miércoles, 10 de septiembre de 2008

Obama aprieta el chiquito ante el "efecto Palin" y sin embargo le están metiendo medio palo


Palin le está metiendo medio palo


Barack Obama se encuentra de repente en una posición a la que no está acostumbrado: a la defensiva, obligado a responder a los cuestionamientos de John McCain.

A siete semanas de las elecciones presidenciales, los dos candidatos están empatados en las encuestas, en la cantidad de fondos disponibles e incluso generan el mismo fervor entre sus partidarios. Hasta hace poco, Obama estaba adelante en esos tres frentes.

Irak, un tema que Obama explotó exitosamente durante las primarias, ha pasado a un segundo plano. La principal preocupación del electorado es de lejos la economía, y McCain ha hecho progresos ese terreno.

El impulso que tomó McCain en las últimas semanas es llamativo si se tiene en cuenta que el electorado quiere un cambio y el candidato republicano puede ser visto como un continuador del gobierno de su correligionario George W. Bush.

Obama se presentó como el agente de un cambio. Sin embargo, McCain ha logrado recuperar un poco su imagen de político renovador de hace ocho años y, ayudado por la selección de Sarah Palin como compañera de fórmula, revitalizó la base conservadora de su partido y está atrayendo a muchas mujeres de raza blanca.

La convención republicana desplazó a Obama del centro del escenario político y le dio nuevos bríos a la campaña de McCain.

Mientras McCain y Palin tratan de presentarse como figuras que van a alterar el status quo, el candidato demócrata ha pasado los últimos días explicando por qué sus rivales no merecen ese mote.

“¿Cómo se atreven a decir que están por un cambio”’, preguntó Obama durante un acto proselitista el lunes. “Cuando uno ha estado apoyando al actual presidente, al partido en el poder, y no ofrece nada nuevo, ¿puede hablar seriamente de cambio? No. Son palabras que no significan nada. Las usan porque piensan ‘Obama habla de cambio y eso parece que funciona. Deberíamos hacer lo mismo”’.

McCain parece vigorizado por el giro que han dado las cosas y suena más animado. Obama, en cambio, no se ha visto tan carismático como en el pasado.

El martes causó revuelo al mofarse de un comentario de Palin durante la convención republicana. “Por más que le pongan lápiz labial a un cerdo, seguirá siendo un cerdo”, expresó. Para completarla, agregó que “uno puede envolver un pescado viejo en un papel llamado cambio, y dentro de ocho años seguirá apestando”.

El énfasis que ha puesto Obama en sus críticas a McCain y Palin revela la inquietud que reina entre los demócratas ante los progresos de los republicanos y el impacto positivo que tuvo la llegada de la gobernadora de Alaska a la fórmula.

Una encuesta de CNN-Opinion Research difundida el martes indica que seis de cada diez personas tienen una opinión favorable de Palin y una tercera parte de los consultados la consideran una excelente elección como candidata a la vicepresidencia. El índice de aprobación de Palin fue levemente superior al del candidato demócrata a la vicepresidencia Joe Biden.

Pero solo la mitad opinó que Palin está calificada para ser presidente, mientras que casi un 70% dijo que Biden sí tiene los atributos necesarios. Y si bien el 50% sostuvo que es legítimo aducir que Palin es demasiado inexperta como para asumir la vicepresidencia, un 45% afirmó que esa crítica se hace porque es mujer.

McCain alcanzó a Obama en las encuestas y en algunas lo pasó, ayudado en buena medida por la llegada de Palin, que cayó bien entre la base conservadora y está atrayendo el voto de mujeres blancas y sectores indecisos.

Por otra parte, por primera vez los republicanos están recaudando abundantes fondos. Obama, que navegaba en dinero, súbitamente debe dedicarle mucho tiempo a la búsqueda de fondos pues decidió marginarse del sistema de financiación pública.

Obama sigue levemente adelante en la cuenta de votos para el Colegio Electoral, que será el que seleccione al presidente, pero McCain luce cada vez más fuerte en estados importantes que los demócratas ganaron hace cuatro años, como Pensilvania y Wisconsin.

El gran objetivo de las dos campañas ahora es lograr ser identificado como el agente de un cambio.

McCain arguye que las promesas de Obama constituyen “retórica vacía”, que no es respaldada por los hechos, y sostiene que él ofrece “experiencia capaz de producir cambios”, combinada con una trayectoria en la que promovió reformas en Washington.

Obama, en tanto, dice que él es el único que plantea cambios profundos y que McCain tiene las mismas políticas que Bush. Ese argumento funcionó bien por un tiempo, pero en las últimas semanas McCain logró distanciarse un poco del presidente.

The Associated Press.
http://www.noticias24.com/actualidad/?p=17433

No hay comentarios: