Coronel colombiano que huyó a Venezuela con secretos militares está en circular roja de Interpol
EL TENIENTE CORONEL Carlos Alberto García Sierra, ex director de la Escuela de Comunicaciones del Ejército, es el único oficial de las Fuerzas Militares colombianas buscado en el mundo entero por la Policía Internacional, Interpol, mediante circular roja, reservada a delincuentes de alta peligrosidad. Desde 2004, a raíz de la pérdida de millonarios recursos reservados para la capacitación de operadores de sistemas y comunicaciones mediante un convenio con el Sena, García tiene orden de captura por los delitos de peculado, uso de documentos falsos y celebración ilegal de contratos.
Sin embargo, su caso está lejos de ser un asunto judicial de rutina y el rótulo de "Secreto" que durante los últimos cuatro años marcó su expediente, se rompió a raíz de la creciente tensión con el Gobierno venezolano. Según servicios de inteligencia, el oficial desapareció llevándose consigo documentos e información clave para la seguridad del Estado y las autoridades tienen información creíble según la cual García no sólo logró protección en Venezuela, sino que ahora trabaja como una especie de asesor de la Fuerza Armada de ese país por decisión del Gobierno de Hugo Chávez.
La información está respaldada por el testimonio de la abogada Martha Adriana Chacón, novia de un hermano del militar, quien declaró ante el juzgado 31 de Instrucción Penal Militar, que García cruzó la frontera en marzo de 2004 con su ayuda y el apoyo de dirigentes colombianos de oposición que lo pusieron en contacto con los servicios de inteligencia de Venezuela. "Forzada por circunstancias personales, yo misma ayudé a sacarlo y después de que guiada por mi conciencia denuncié lo que había ocurrido, tuve que esconderme en un sector deprimido de Pereira, porque sabía que me iban a matar", declaró la abogada ante la justicia castrense.
CAMBIO conoció además el testimonio de Lida Alexandra Quintero Cuevas, una joven ingeniera de sistemas que trabajaba para la Central de Inteligencia Técnica que dirigía el coronel García antes de asumir su cargo en la Escuela de Comunicaciones. Según Quintero, el oficial recabó sistemáticamente información clasificada y poco antes de su traslado le ordenó copiar las carpetas de los computadores y luego borrar las.
Una auditoría técnica hecha por orden judicial, sirvió para determinar que entre la información que García robó y llevó a Venezuela, están las fotografías y los archivos de voz digitalizados de los principales jefes de las Farc y el Eln, la ubicación de las unidades tácticas y operativas del Ejército colombiano y los planos de las instalaciones de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército.
Más inquietante aún resultó la verificación que García también copió el sistema de inteligencia de alta movilidad e información relacionada con las operaciones de dos aviones plataforma que dependen de esa central, lo mismo que una copia completa del sistema completo de radiovolumetría, un complejo de 12 estaciones fijas usadas para la captación de emisiones radiales en Arauca, Guajira, Cauca, Córdoba, Santander, Tolima, Cundinamarca, Vichada y Guaviare. Para completar, el oficial tiene en su poder documentos sobre el funcionamiento de equipos tácticos de inteligencia, protocolos de claves de comunicación de equipos de seguridad de voz, coordenadas de las instalaciones fijas de comunicaciones, ubicación de repetidoras y localización de puestos de comunicaciones, como también mapas detallados de la red integrada y de microondas de las Fuerzas Militares. "Conocer los protocolos de comunicaciones permite oír libremente cualquiera de las conversaciones militares -le dijo a CAMBIO un experto-. Venezuela usa los mismo equipos y en consecuencia sus redes son compatibles con las nuestras".
Oficiales que conocieron bien a García, incluidos algunos compañeros de curso, le contaron a CAMBIO que en los últimos meses en la Central, García no pudo ocultar el resentimiento por los pobres resultados de las denuncias que había hecho en 2003 sobre posible corrupción en contratos por cerca de 15 millones de dólares para la compra de equipos de comunicaciones militares. Según esas fuentes, García asesoró al senador Gustavo Petro para un debate en el Congreso.
Entre las pruebas que el oficial le entregó a Petro figura una conversación en la que una persona le ofrece 700 millones de pesos al coronel Hugo Alberto Chacón Donoso -antecesor de García en la dirección de la Escuela de Comunicaciones del Ejército- a cambio de la adjudicación de un contrato. Pocos días después del debate, el coronel Chacón Donoso y otro coronel identificado como Álvaro Viveros Castellanos, implicado en las mismas denuncias, pidieron la baja del servicio activo pero aseguraron que la petición no tenía que ver con las denuncias.
En 2004, cuando la Justicia penal empezó a investigar a García en relación con el manejo de los recursos para la ejecución del convenio con el Sena, el oficial les aseguró a superiores y subalternos que el proceso en su contra era una revancha por sus denuncias. "El alto mando decidió castigar mi lealtad y quemarme como a un fusible", aseguró entonces.
Cuando su captura era inminente, el oficial huyó y optó por buscar refugio en Venezuela. De ahí la especial connotación que tiene el caso para la seguridad del Estado.
HABLA PETRO
Interrogado por CAMBIO sobre el caso del coronel Carlos Alberto García -prófugo de la Justicia- sobre quien pesan denuncias por robo de información clave para la seguridad nacional, el senador del Polo Democrático, Gustavo Pedro, respondió:
- "El coronel García es un hombre honesto que cometió el error de apoyarse en la oposición para denunciar corrupción en un contrato para la compra de equipos de comunicaciones para las Fuerzas Militares".
- "La investigación que le abrieron en ese momento y la orden de captura que hay en su contra son consecuencia de una venganza contra el oficial".
- "No creo que haya robado información de seguridad nacional y si así fuera los que se enteraron y no lo denunciaron en su momento son cómplices o encubridores".
- "No es cierto lo que asegura la abogada Martha Adriana Chacón: García ni me dijo que pensaba irse para Venezuela, ni me pidió ayuda para hacerlo"
http://www.cambio.com.co/portadacambio/760/3930679-pag-2_2.htmlDirección de Inteligencia de Venezuela plantea la necesidad de alianzas con la guerrilla
PARA EL GENERAL Henry de Jesús Rangel Silva, ex edecán del presidente Chávez y hoy director general de los Servicios de Inteligencia de Venezuela, la situación política justifica hacer alianzas hasta con el diablo, como queda claro en un documento clasificado como "Secreto", radicado el 3 de mayo de 2007 con el No. 100-400-400.441.4N y dirigido al Palacio de Miraflores y al Ministerio de Defensa.
Conocido por CAMBIO, el documento firmado por Rangel, uno de los hombres que le hablan al oído a Chávez, insiste en la necesidad de actualizar y ratificar acuerdos políticos con "aliados coyunturales" armados que tienen influencia en la frontera con Colombia. Entre ellos menciona a las Farc y señala que la alianza con ese grupo permitiría fortalecer el poder relativo de combate de la llamada "revolución bolivariana".
En el análisis, Rangel dice que la guerrilla ha hecho un replanteamiento táctico y estratégico de las operaciones militares de los frentes guerrilleros que operan en los departamentos fronterizos, como resultado de las operaciones de las Fuerzas Armadas colombianas en el marco del Plan Colombia, financiado por Estados Unidos.
Oficiales y miembros de los servicios de seguridad venezolanos que accedieron a hablar con CAMBIO con la condición de mantener sus nombres en reserva, sostienen que no han conocido a un oficial como el general Rangel con capacidad "para enervar el ánimo provocador y pendenciero frente a Colombia sin reparar el riesgo".
Por su parte, un oficial de alta graduación que hasta hace poco hizo parte del Estado Mayor de uno de los teatros de operaciones establecidos por Venezuela en la frontera, le dijo a un colega colombiano que la propuesta de Rangel de hacer alianzas con la guerrilla "riñe con la tradición del Ejército venezolano y representa una afrenta para quienes estamos bajo bandera".
Todo indica, según las fuentes consultadas por CAMBIO, que el general Rangel y otros hombres de confianza del presidente Chávez lo han convencido de que cuando se trata de conservar una posición de poder todo vale. Sin embargo, se trata de una posición que encuentra resistencia en algunos sectores que consideran a las Farc como un grupo ilegal que también ha hecho daño a los venezolanos y con el cual no es posible alianza alguna.
El zar de la inteligencia venezolana también plantea en el documento la posibilidad de que la violencia colombiana se traslade a Venezuela y además que militares y paramilitares colombianos contribuyan a propósitos de grupos radicales de la oposición venezolana.
Conspiración
"Existe la posibilidad de que Venezuela se vea afectada por el éxodo de ciudadanos colombianos, producto de la guerra civil declarada y el paramilitarismo de Estado en el país vecino -dice el documento-. Esto podría intensificar el traslado de la violencia colombiana a nuestro territorio, que de hecho ya está presente en el área fronteriza, y al mismo tiempo encubrir operaciones de infiltración de factores militares y paramilitares, para proporcionar a los grupos radicales de la oposición ventajas tácticas y estratégicas derivadas de una situación política interna que haga crisis en Venezuela y ponga en riesgo la gobernabilidad y el poder político del Primer Magistrado Nacional y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada nacional (FAN), el Teniente Coronel (Ej.) Hugo Rafael Chávez Frías" (ver facsímil).
El documento reseña los nombres de 78 personas que podrían hacer parte de una conspiración contra Chávez, y entre ellos figuran 15 generales en servicio activo, como los generales de división del Ejército Rafael Arreaza Castillo, Francisco Enrich Trujillo e Isbelis Delgado Cruz, y el vicealmirante Guillermo Hernández Dorestes. En la lista también aparecen los nombres del entonces Embajador de Estados Unidos en Venezuela, William Brownfield, -hoy Embajador en Colombia- y del ministro consejero Kevin Whitaker.
El documento apoya la tesis que sostienen personalidades venezolanas como el ex ministro de Defensa Fernando Ochoa Antich, en el sentido de que Chávez tiene un plan: exportar la revolución bolivariana a Colombia con apoyo de las Farc. Y así parecen corroborarlo sus declaraciones de los últimos días.
PREGUNTAS INQUIETANTES
El documento del general Rangel concluye con una serie de preguntas que alimentan la discordia y el discurso antimperialista y anticolombiano :
- ˝¿Qué actividades desestabilizadoras están desarrollando los factores políticos y militares de la oposición asilados en países de la órbita latinoamericana y abiertamente adversos a la Revolución Bolivariana? Especial atención a Colombia, Costa Rica, Perú y a los grupos focalizados en Miami, Florida.
- ¿Existen planes para la utilización de frentes paramilitares colombianos, en acciones de corte militar, que puedan generar violencia en alguna guarnición del país?
- ¿De qué manera se materializará el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela a los grupos radicales opositores en el momento de una crisis? Especial atención a la presencia previa de unidades militares aéreas, marinas y submarinas en la jurisdicción del Caribe y áreas vecinas.
- ¿De qué manera se materializará el apoyo del Gobierno de Colombia a los grupos radicales opositores, en el momento de una crisis? Especial atención a la intensificación de actividades militares y paramilitares en la frontera suroccidental".
http://www.cambio.com.co/portadacambio/760/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-3930668.htmlHugo Chávez atiza el fuego contra Colombia para distraer inconformismo creciente por su gestión
EL JUEVES 17 DE ENERO fue el peor día en la vida del embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín. Acababa de despertarse cuando se enteró por los medios de comunicación que el presidente Chávez había decidido, por medio de la Cancillería, abrir fuegos contra el presidente Álvaro Uribe. Enemigo de la paz y dedicado a "mendigar la indulgencia interesada del Gobierno imperial de los Estados Unidos de América" fue la frase más amable de un comunicado cargado de insultos, descalificaciones y acusaciones en el sentido de que Uribe no está comprometido con el intercambio humanitario, "sino ciegamente empecinado en demostrar argumentos de guerra".
Ante una situación que consideró de suma gravedad, Marín creyó conveniente salir a los medios para responder a los agravios pero recibió instrucciones de guardar silencio: "Usted no dice una sola palabra sobre el tema", le ordenó el canciller Fernando Araújo desde Bogotá.
Los hechos de las últimas semanas han desbordado la capacidad de reacción del Embajador quien, desde el 22 de noviembre pasado cuando estalló la crisis porque Uribe decidió poner punto final a la mediación de Chávez y a la facilitación de Piedad Córdoba para el intercambio humanitario, no ha podido respirar tranquilo un solo día. Y quedó prácticamente sin aliento cuando le anunciaron la llamada que temía: la del presidente Uribe. Eran las 3:40 p.m.
Sin musitar palabra oyó los reclamos de Uribe: "Embajador, ¿cómo así que la Asamblea Nacional acaba de aprobar un acuerdo de respaldo a Chávez sobre la beligerancia de las Farc y el Eln, y la Embajada no sabe nada? ¡Dígame qué está pasando!". Perplejo y muy incómodo por la situación -estaba "chiviado" por el Presidente- Marín sólo atinó a decirle que averiguaría y que lo llamaría tan pronto estuviera enterado de los pormenores. Colgó el teléfono y en busca de medir los alcances del acuerdo de la Asamblea -respaldo a Chávez y rechazo a "las listas unilaterales impuestas por Estados Unidos de América de carácter imperialista y otros países colonialistas, donde califican de terroristas a los movimientos de liberación"-, preguntó: "¿Alguien me puede explicar eso qué significa?".
Tras un par de consultas con funcionarios de la Embajada y cuando se disponía a llamar al Presidente, recibió una llamada del ministro Araújo que quería información sobre el mismo asunto. "Canciller estoy averiguando y apenas sepa lo llamo", le dijo Marín. No acababa de colgar, cuando por otra línea entró una llamada del comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, para lo mismo.
Cerca de las 4:20 p.m., el Presidente llamó de nuevo y, aún molesto, volvió a preguntarle al Embajador sobre lo que estaba pasando en Caracas. Marín le dio algunos detalles y a continuación le reveló la realidad de las relaciones de la Embajada con el Gobierno de Chávez: "Presidente, quiero decirle que desde hace mucho tiempo nadie del Gobierno venezolano habla con funcionarios de la Embajada: no nos reciben y ni siquiera nos pasan al teléfono. Estamos totalmente aislados".
Gilberto Castilla, ministro Plenipotenciario de la Embajada, encargado de contactar a expertos para analizar el acuerdo, aprovechó para descargar su frustración: "¿A quién llamo si todos nuestros teléfonos están interceptados? Más demora uno en llamar, que ellos en escuchar lo que decimos".
Tal es la situación de impotencia que se vive en la Embajada en Caracas. El florero de Llorente de la crisis fue la suspensión de la mediación de Chávez por parte del presidente Uribe. Enterado de la noticia, el mandatario venezolano decidió suspender los contactos con miembros del Gobierno de Uribe, entre ellos, por supuesto, el embajador Marín. "No quiero saber nada de Uribe", le dijo a sus más cercanos, que cumplieron la orden de aislar a los funcionarios colombianos.
"Chávez tiene la particularidad de que cualquier cosa que diga, aún la más descabellada, es interpretada al pie de la letra como si se tratara de un mandato divino", le dijo a CAMBIO en Caracas Luis Miquilena, ex ministro y ex presidente de la Asamblea Nacional, y considerado el mentor político del presidente venezolano.
Los desencantados
La ofensiva contra Colombia le ha servido al presidente venezolano como mascarón de proa no sólo para distraer la atención de los problemas internos sino para ganar protagonismo internacional. "Nadie mejor que Chávez sabe que retar a Colombia es una propuesta absurda, pero también sabe que así logra que el mundo hable de él, como en efecto lo está haciendo -le dijo a CAMBIO el ex canciller Simón Alberto Consalvi, actual editor adjunto de El Nacional de Caracas-. Chávez pretende evadir la realidad nacional ocupándose de los asuntos internacionales, autoproclamándose redendor de bandidos, y son este tipo de actos, y un desacertado manejo de la economía, los que han llevado a que pierda, poco a poco, el respaldo popular que tenía. Por algo fue derrotado en los sectores más deprimidos, como Petare".
El propio Miquilena, el hombre de cuya mano Chávez pasó de militar golpista a exitoso candidato presidencial, y quien se retiró del Gobierno cuatro años después de que Chávez fuera elegido democráticamente en 1998, sostiene que si éste no hace una interpretación correcta del referendo del 2 de diciembre, difícilmente terminará su mandato. "Ha perdido el sentido democrático y hoy navega por las aguas turbulentas de la dictadura -sostiene el ex presidente de la Asamblea Nacional-. Vive en un mundo que no es real y cree que el país lo va acompañar en esta locura que ha emprendido contra Colombia, pero los venezolanos jamás tomarán las armas contra nuestros hermanos y mucho menos con este esquizofrénico".
De los que han sido cercanos al mandatario venezolano, Miquilena no es el único desencantado ni el único que considera absurdo el enfrentamiento con Colombia. El general (r) Raúl Salazar, quien fue el primer ministro de Defensa de Chávez y su embajador en Madrid, dejó el Gobierno cuando le ordenaron abstenerse de recibir la ayuda que ofreció el Gobierno del presidente Bush a raíz del desastre natural en el estado Vargas a comienzos de 2000 y en el que, según cifras no oficiales, murieron cerca de 50.000 personas. Para Salazar no sólo es absurdo sino imposible pretender enfrentar a Venezuela y Colombia. "Tenemos una frontera viva en la que, por ejemplo, los tíos de una persona viven en Guasdualito y los sobrinos en Arauca -dice-. La solución no puede ser jamás la confrontación".
El general Isaías Baduel, un militar de gran prestigio, también ex ministro de Defensa y considerado en su momento como uno de los oficiales más leales a Chávez, es otro de los que abandonó el barco de la llamada revolución bolivariana y acabó convertido en uno de los más destacados promotores del NO al referendo de diciembre. Muchos consideran que gracias a él y a las protestas de los estudiantes que se tomaron las calles de Caracas con un discurso humanista y pacifista, Chávez no pudo lograr su propósito de hacerse reelegir de manera indefinida.
El más reciente desembarco parece ser el del general (r) Carlos Rodolfo Santiago, ex embajador en Colombia, quien en reciente entrevista al diario El Nacional sostuvo que en la búsqueda de la liberación de los secuestrados el presidente Chávez se ha acercado más a las Farc para lograr ese fin, pero que ese no es el camino. "El Presidente no está bien asesorado ¿dijo Santiago¿. Las Farc cometen crímenes de lesa humanidad y asesinatos atroces. Por eso no pueden considerarse beligerantes". El ex diplomático ocupó la Embajada en Bogotá entre 2002 y 2006, y debió capotear la crisis desatada por la captura de Rodrigo Granda en Caracas, en diciembre de 2004. Por su parte, el ex congresista e historiador Walter Márquez, cercano al Gobierno hasta hace algún tiempo y hoy opositor de Chávez, le disparó al actual ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, hombre de confianza del Presidente. Márquez denunció al controvertido personaje, hombre clave en la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, por presunta participación en masacres ocurridas en 1988 en la zona fronteriza en desarrollo de operaciones contra las Farc y el Eln.
Resulta significativo cómo poco a poco fieles seguidores de Chávez se han ido bajando del bus, desencantados del Gobierno y de su revolución bolivariana, de su socialismo del siglo XXI y de su simpatía por las Farc. En un ambiente enrarecido y caliente por la pugnacidad de Chávez contra Colombia, hay voces como la del general (r) Fernando Ochoa Antich, ex canciller y ex ministro de Defensa de Carlos Andrés Pérez, que sostienen que Chávez no está improvisando. "Los que no conocen a Chávez, entre ellos algunos colombianos, piensan que se trata de un oportunista ideológico y están equivocados: Chávez no improvisa, diseña planes que va cumpliendo poco a poco -le dijo a CAMBIO el general (r)-. Por ejemplo, fue golpista desde que estaba en la academia militar y nunca dejó de serlo". Por algo lo dice, al fin y al cabo vivió en carne propia el intento de golpe del 4 de febrero de 1992.
Según Ochoa, la ofensiva de Chávez contra Colombia obedece a un plan trazado con anterioridad que sólo él y sus aliados saben hasta dónde pretende llegar. Dice, sin embargo, que no cree que vaya a ir más allá de mostrar los dientes, que es lo que le garantiza estar en las primeras páginas, pero añade: "Con Chávez nunca se sabe, pues es el único venezolano capaz de retar a dos países a la vez: al que nos vende la comida y al que nos compra el petróleo".
Malestar interno
La economía de Venezuela es una de las que más ha crecido en América Latina pero la inflación está por encima del 22% y es dramática la escasez de alimentos de primera necesidad, como leche, huevos, pollo y carne. La cifras de homicidio, 17.000 el año pasado, han crecido, lo mismo que el empleo informal que supera el 50%, y aumentan las historias de corrupción en las altas esferas del Gobierno. "Con Chávez en el poder se ha consolidado una clase emergente, la llamada boliburguesía, que se ha dedicado a hacer negocios para enriquecerse y ello, por supuesto, genera inconformismo general", le dijo a CAMBIO el dirigente de izquierda Teodoro Petkoff, director del periódico Tal Cual.
Por otra parte, muchos cuestionan el hecho de que el Presidente esté feriando los recursos del petróleo, cuya producción no ha recuperado los niveles previos a la huelga de PDVSA en abril de 2002. "Chávez ha regalado más de 37.000 millones de dólares en países que considera amigos y con el 5% de ese dinero hubiese podido cancelar a los desempleados que hay en la actualidad", asegura Julio Borges, coordinador nacional del partido opositor Primero Justicia.
Pese al creciente desencanto, Chávez parece optimista y así se mostró el pasado 11 de enero en la Asamblea Nacional, cuando en la presentación del informe de gestión echó mano de la encuesta del Latinobarómetro y dijo que "el índice de confianza de los venezolanos en el Gobierno es del 66%". No obstante, Petkoff considera que el discurso evidenció el "desenamoramiento" del país con su gobierno y "debió reconocer que buena parte de su tarea está por cumplir".
El inconformismo que Chávez y sus seguidores se niegan a reconocer se refleja en encuestas recientes, como la de Datanálisis, hecha entre el 20 de diciembre y el 2 de enero. Según el director del centro de investigaciones, Luis Vicente León, "los resultados muestran una pérdida importante de popularidad del Presidente". Y aunque León se abstuvo de revelar la cifra, en Caracas algunos expertos dicen que la pérdida podría ser de 14 puntos en las últimas semanas.
Y es que la derrota en el referendo acabó con el mito de la invulnerabilidad electoral de Chávez y ha llevado a vastos sectores de opinión a creer firmemente en la posibilidad de derrotarlo en octubre próximo, en las elecciones de alcaldes y gobernadores. Sin embargo, para lograrlo, deberán diseñar una estrategia para unificar sus fuerzas. En diciembre la oposición descubrió que es más útil participar que abstenerse, pues la abstención favoreció la elección de una Asamblea abrumadoramente chavista.
Lo paradójico es que el que más ayuda a la oposición es Chávez, que a pesar de haber reconocido su derrota calificó el triunfo de la oposición como una "victoria de mierda" y ha decidido retarla con vallas en las calles que dicen: "Por ahora". Un claro mensaje para los que creen que la derrota de diciembre es definitiva y que su fin está cerca. Mientras tanto, en un intento de recuperar el espacio perdido, enfila baterías contra Colombia con un discurso incendiario.
POR ÓSCAR MONTES,
ENVIADO ESPECIAL A CARACAS.
14 ES EL PORCENTAJE que, según recientes encuestas de opinión, habría perdido Hugo Chávez en los índices de favorabilidad, realizados después del 2 de diciembre.
¿POR QUÉ DEJÉ A CHÁVEZ?
Luis Miquilena es considerado el padre político de Hugo Chávez y algunos no dudan en decir que el actual presidente es invento suyo. Y aunque se retiró del Gobierno en abril de 2002, Chávez, dado a pulverizar enemigos, ha sido cauteloso con el dirigente sindical. Miquilena le contó a CAMBIO por qué ya no está alineado con el mandatario venezolano.
"Este inefable caballero, que todo lo que toca lo contamina de circo, no tiene nada que ver con el que yo conocí. Para empezar, su discurso no era anticolombiano, tampoco era antinorteamericano y no coqueteaba con la guerrilla. Todo lo contrario, mientras estuve a su lado, siempre condenó la lucha armada, como consta en todas sus intervenciones.
"Mi retiro definitivo del Gobierno se dio cuando me di cuenta de que había perdido el norte de lo que él consideraba que era una revolución. Preocupado por una serie de decisiones que había adoptado, entre ellas las llamadas leyes habilitantes que afectaban en forma grave al sector productivo, me entrevisté con él y le dije: 'Mira, Hugo, yo creo que no estás entendiendo lo que es una revolución, nada de lo que estás haciendo es revolucionario. ¿Por qué no nos reunimos los dos con Fidel Castro, que es el único que ha hecho una revolución en América Latina, para que nos explique lo que para él es una revolución?'
"Chávez accedió a mi propuesta y los tres nos encontramos en Isla Margarita en diciembre de 2001 y ahí, reunidos por varias horas, Hugo, Fidel y yo, Castro me dio la razón en mis planteamientos, en el sentido de que una verdadera revolución implica cambios estructurales en la sociedad y no simples leyes adoptadas de forma improvisada. En todo momento Fidel le decía: 'Miquilena tiene razón'. Molesto con lo que estaba sucediendo, Chávez abandonó la reunión y nos dejó solos a Fidel y a mí en el salón.
"Días después, cuando nos volvimos a encontrar en Caracas, yo le dije: 'Hugo, tú y yo no podemos seguir trabajando. ¿Sabes por qué? Porque hemos perdido sintonía, chico'. Entonces me ofreció la Vicepresidencia de la República para que me quedara. '¿Tú crees que mis principios se negocian por un puesto?', le pregunté. 'Si piensas así, no me conoces'. Ante mi decisión de renunciar de inmediato, me dijo: '¿Por qué no lo piensas mejor y luego me respondes?'. Yo le respondí: 'No tengo nada que pensar, aquí el que tiene que pensar eres tú'. A las pocas semanas renuncié".
LAS VOCES INCONFORMES
SIMÓN ALBERTO CONSALVI
EX CANCILLER DE VENEZUELA
Hugo Chávez maneja un discurso, por lo menos, ambiguo con la guerrilla, a veces condena sus actos criminales y otras pide reconocimiento político. Eso hace parte de su ser contradictorio que nadie ha podido entender. A Chavez no hay que derrrocarlo, es mejor dejar que se derrumbe.
TEODORO PETKOFF
DIRECTOR DIARIO 'TAL CUAL'
Álvaro Uribe, de buena fe, se equivocó con Chávez, pues desconocía quién era realmente. Uribe no pensó que Chávez armaría un show para su propio beneficio. Es una lástima que Fidel Castro esté fuera del juego, porque podría ser muy útil para superar la crisis.
FERNANDO OCHOA ANTICH
EX CANCILLER DE VENEZUELA
Enarbolar la bandera antinorteamericana no cuadra en Venezuela, pues las veces que ese país ha tenido que intervenir aquí ha sido para bien. Lo primero que tiene que hacer Chávez es reconocer su fracaso después de cerca de 10 años de Gobierno. Entre sus planes futuros estaría el de influir en las elecciones presidenciales de 2010 con un candidato contrario a Uribe.
RAÚL SALAZAR
EX MINISTRO DE DEFENSA
Una persona como Hugo Chávez siempre necesita estar en la cresta de la ola y para ello la emprende contra Colombia, que no solo es un país hermano, sino el segundo socio comercial de Venezuela, después de los Estados Unidos. Es la hora de la cooperación.
http://www.cambio.com.co/portadacambio/760/3930631-pag-4_4.htmlTomado de la revista "Cambio", Colombia.