Esta imagen del Presidente de la República, Hugo Chávez, y el Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, sonrientes y satisfechos ante la presencia de un pollo en la inauguración de hoy de PDVAL da idea de la inmensa catástrofe en que el Gobierno ha sumido a Venezuela.
La obtención, ya sea por vía de importación o de producción, de un pollo o de leche, no causa dolores de cabeza a ningún gobernante mínimamente serio de este mundo. De ello se ocupan los distribuidores y comerciantes, es decir, los mecanismos normales de cualquier economía.
Sin embargo, es tal la destrucción del tejido industrial y productivo de la nación, así como las disfunciones en la economía, que el propio Presidente de la República y el Ministro de Energía han tenido que darse a la urgente tarea de encontrar pollos, caraotas, leche, aceite, huevos, etc….
Por los momentos, sus delirantes sueños de unificar América Latina bajo su Presidencia y de librar epopéyicas batallas contra Reyes, Imperios y lacayos deberán esperar.
Hugo Chávez anda demasiado ocupado buscando pollos.
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