Alguna vez le escuché a uno de los tantos jefes cuestionables que de vez en cuando nos depara la vida para templarnos el carácter, una frase tristísima pero que entra dentro de la llamada "real politic". Más allá de los discursos éticos "el poder es para usarlo", decía. A este capítulo de citas citables, pudiéramos agregar esta otra de "el poder corrompe y si este es absoluto, corrompe absolutamente". ¿Y alguien lo duda?
Estamos en el medio de dos aguas. Una corriente fuerte que mana del Gobierno. El dique que abrieron para ahogar el "escándalo de sus tormentos". Y el strip tease de las intenciones continuistas, centralistas, estatistas y autoritarias que sin pudor se exhiben en el proyecto constitucional.
Ambos ríos, el de la impúdica reforma y el de la punta del iceberg de la corrupción, como es el caso del "maleta-gate" (el de los 800 mil dólares) son las dos caras de la misma moneda. La de la "perversión" del poder.
La concepción que Chávez y su gente tienen del poder, no sólo es la del "para siempre" ya no como cosa etérea. Ese decir en boca de todos del 2021 como una meta casi simbólica, como quien dice "un tiempito", como quien señala "para toda la vida", pero que en el fondo todos desechamos con un "sí, Luis, ponte a creer" porque pensamos que eso es imposible, va a tener rango constitucional.
EfímeroY no es que esto le dé un carácter de "inevitable" porque si hay algo efímero en estos tiempos es el apego a la Ley. Pero la eternidad ahora tendrá rango constitucional y las expectativas o el espejismo de poder cambiar esa realidad tendrá un lapso de siete años. Siete años de vacas flacas de libertad, más siete años de vacas flacas de libertad, más siete años de...".
Para eso también es el Poder Absoluto, para generar la idea de eternidad, del "te la calas porque esto es lo que hay". Todo lo demás, lo de la nueva geometría, lo del "Poder Popular", lo de las milicias, lo del centralismo, lo de la propiedad privada desestimulada y arrinconada es el "empaque" con colores de guacamaya para que nos perdamos en el laberinto del minotauro discutiendo lo central de nuestra realidad como país.
Este olor a decadencia, a putrefacción, a perversión misma del poder expresada en todo lo que está pasando en Pdvsa y en el que el affaire de la valija es sólo un capítulo de una saga que aún está por contarse. Ese es nuestro ser o no ser¿
El proyecto constitucional nos llegó en la valija del abuso del poder. Por eso es que será muy difícil que un tema solape a otro. Hay sobrepeso de falta de escrúpulos. Ese equipaje no cierra porque en el ambiente hay demasiado dinero sucio¿ Por esa maleta con ansias de poder total, se saca al pasajero.
María Isabel Párraga B.
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