El asesinato del alcalde de Coloncito y la detención selectiva de manifestantes que representan a diversos sectores de la sociedad, como las del estudiante Julio Rivas, la del prefecto Richard Blanco o del grupo de trabajadores de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, enviados sin conmiseración alguna a cárceles de delincuentes comunes, para abandonarlos a merced de la jauría de presos de alta peligrosidad son prácticas infames, dolorosas y miserables que tienen que ser rechazadas sin contemplación alguna por toda la población, como lo hizo la Conferencia Episcopal Venezolana. Las versiones oficiales atribuyen el homicidio del alcalde a la inseguridad y las detenciones a las guarimbas opositoras.
Dos hipótesis inaceptables.
Francamente, no se pueden tolerar las acciones despreciables de un régimen con carnet de identidad falso con el cual se presenta como humanista que tiene en su nomenclatura a profesionales de la violencia demasiado ostensibles. Tienen su prontuario, la mayoría con un pasado estudiantil como encapuchados que en nombre de las revoluciones comunistas del mundo se armaron con bombas incendiarias y dejaron sus estropicios de policías muertos, heridos, autobuses y vehículos carbonizados en los alrededores de las universidades, como sucedía en Plaza Venezuela y después regresaban de lo más campantes a sus guaridas, en los predios de la Universidad Central de Venezuela o en la de los Andes, para doctorarse en terrorismo urbano.
Y lo consiguieron, algunos summa cum laude. Hoy son ministros, presidentes de institutos autónomos, embajadores, enemigos de las libertades democráticas, amantes de los totalitarismos rojos que desprecian los derechos humanos, son sicarios adueñados del poder que pretenden someternos a la servidumbre, que aceptemos hábitos de sumisión que no se pueden digerir. El ritmo que el régimen le está imponiendo a la sociedad es de vértigo, intentarán que lo asimilemos apuntando con las armas rusas y tecnología nuclear iraní. Nadie esta a salvo.
Tic tac
Preocupación en Viena: la transferencia de recursos financieros de Venezuela para operaciones de guerra de las FARC y de grupos extremistas del Medio Oriente, reportados por el servicio secreto israelí, es ventilada en los pasillos de la 53 Conferencia de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), que se realiza esta semana en Viena. Entre otras minucias señalan una visita a Teherán del canciller Nicolás Maduro, en la primavera de 2006 y la transferencia de recursos venezolanos a representantes de Hezbolá y Hamas, que para Israel están interconectados con los secuestros de soldados israelíes, en el sur del Líbano y el este de Palestina durante junio-julio de 2006. Hay preocupación entre los expertos en seguridad e implementación del Tratado de No Proliferación de Armas por el anuncio de Chávez de una villa nuclear con Irán.
Condena en el Palacio de las Cortes: los atropellos contra medios de comunicación venezolanos se debatirá mañana en la Comisión de Asuntos Exteriores el Congreso de los Diputados español. La iniciativa del grupo parlamentario Convergencia y Unión es apoyada por el Partido Popular y conlleva una dura crítica a la política exterior de Rodríguez Zapatero. No proponen romper relaciones diplomáticas con Venezuela, pero que “no se aplauda ni se envalentone ni se jaleen las actitudes completamente dictatoriales de Hugo Chávez”.
Régimen especial: Lina Ron parece estar en calidad de huésped en la DIM, entra y sale cuando quiere
tic tac
Los sicarios del poder
MARIANELLA SALAZAR
El Nacional
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Transferencia de recursos financieros de Venezuela para operaciones de guerra de las FARC y de grupos extremistas del Medio Oriente
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