viernes, 5 de junio de 2009

La verdad sobre el famoso caso de los "Paracachitos"...



El diario español El Mundo publica una crónica donde relata la verdadera historia del famoso caso de los “Paracachitos“, donde se planteó darle un golpe a Hugo Chávez. Tras el fracaso de esta iniciativa “quedó empañada la oposición y se justificó la purga de las Fuerzas Armadas venezolanas“.

A continuación la crónica publicada por el El Mundo:


Hugo Chávez nos tiene acostumbrados a inventar complots de toda índole para asesinarlo. El último, el de El Salvador, donde aseguró que le esperaban para matarlo. Pero si hubiera que premiar la mascarada más ingeniosa, ganaría la de mayo del 2004. En aquella ocasión los supuestos golpistas asesinos no fueron creaciones de la delirante imaginación del bolivariano, sino seres de carne y hueso que interpretaron un guión cantinflesco.

Este diario intentó durante años conocer la verdad de lo ocurrido, lo que se movió tras bambalinas, y por fin logró que un protagonista clave, ‘Pedro Fronteras‘, ex comandante paramilitar, recluido en el penal de Itagüí, localidad de Antioquia, desvelara el misterio.

A finales del 2003
, el antiguo jefe de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), que ejercía control sobre parte del departamento del Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, recibió una visita extraña: dos generales y un congresista del país vecino.

Tras las presentaciones de rigor, fueron al grano. Traían una oferta atractiva, de común interés, además de jugosa en el plano económico. Estaban en disposición de darles un millón de dólares y armas si ejecutaban en Caracas un plan para acabar con el histriónico caudillo de la boina y la camisa roja, venerado por las Farc y detestado por las AUC.

Unamos fuerzas para darle un golpe a Chávez“, propusieron. “Contamos incluso con aviones para bombardear Miraflores, si es preciso“, agregaron. A ‘Pedro Fronteras’ le pareció de inmediato una operación descabellada en la que tenía poco que ganar y mucho que perder, amén de que desconfiaba de las verdaderas intenciones de sus interlocutores. Una misión tan compleja requería una preparación minuciosa y él veía mucho cabo suelto. Encima sospechaba que había gato encerrado, que más que golpistas podrían ser adeptos al régimen que buscaban tenderles una trampa.

- “¿Por qué no utilizan sus propios soldados?“, les preguntó.

- “Porque ellos no serán capaces de disparar a la cabeza de sus compañeros o de Chávez y ustedes sí“, respondieron.

Otro comandante que dominaba la región contigua a la de ‘Pedro Fronteras’, conocido con el alias de ‘Camilo’ y que había sido un oficial del Ejército colombiano, tampoco lo vio claro, según le relató en su día a esta periodista. ¿Con qué militares venezolanos en realidad contaban? ¿Cómo atravesarían el país sin que notaran su presencia? ¿Dónde entrenarían? Al igual que su colega, no pensaba que el dinero o las armas compensaran un riesgo semejante.

Y no es que fueran unos inexpertos o se atemorizaran fácilmente. ‘Camilo’ conquistó a sangre y fuego la zona que antes dominaba la guerrilla, y sigue en la clandestinidad.

En todo caso, los dos jefes hubieran despedido ahí mismo a los extranjeros, pero dada la trascendencia del ofrecimiento, consultaron con sus superiores, los comandantes Salvatore Mancuso y Carlos Castaño.

Mancuso me mandó un helicóptero para llevarlos de La Gabarra (Norte de Santander) hasta la finca de ‘06′ (un mando medio) en Córdoba“, recuerda ‘Pedro Fronteras’. Mancuso, responsable militar de las AUC, escuchó con detenimiento el plan, pero no le convenció.

Aún así, subió el último peldaño para no desairar a sus visitantes. “Necesito preguntarle a Castaño”, les informó.

Pidió que le comunicaran por radio con el fallecido cabecilla de las AUC, líder en ese entonces y el comandante paramilitar con más visión política dentro de su organización armada. Tampoco necesitó meditar la respuesta. Sin pensarlo dos veces, rechazó el encargo. A su juicio, era evidente que un golpe propiciado por paramilitares colombianos tendría consecuencias diplomáticas de gran calado. “Nos dijo que eso crearía un problema internacional a Colombia y que ellos no podían ayudar a causarlo“.

Embarcaron de nuevo a los presuntos golpistas en un helicóptero para trasladarlos a una localidad cercana a Venezuela, y olvidaron el tema.

Hallaron a ‘Lucas’, el segundo de ‘Pedro Fronteras’, un hombre que había pedido la baja tiempo atrás y se acababa de reincorporar a las filas paramilitares. Solicitó de nuevo la baja y desapareció.

Debió parecerle interesante la oferta por el dinero, los fusiles y el cargo que le aseguraron ocuparía cuando conquistaran el poder. Reclutó cerca de un centenar de jóvenes, la mayoría hijos de familias humildes colombianas, seducidos con promesas de pagas sustanciosas. Durante varias semanas entrenaron en una finca cercana a Caracas y el 4 de mayo, cuando los trasladaban en autobuses a la capital, vestidos de uniforme de fatiga, les detuvieron.

Condenados a largas penas, pasaron por la cárcel un tiempo pero Chávez les concedió el perdón, en un gesto que tiñó de humanitario.

‘Pedro Fronteras’ y ‘Camilo’ tuvieron que dar explicaciones a Carlos Castaño, que creía que habían actuado a sus espaldas. “A los dos generales y el congresista nunca los detuvieron, solo a otros que no tuvieron que ver“, comenta ‘Pedro Fronteras’.

A fin de cuentas, Chávez logró lo que perseguía: inventar un golpe para apuntalarse en el poder, empañar la imagen de la oposición y justificar una purga interna en las Fuerzas Armadas venezolanas para eliminar opositores.


Por Salud Hernández-Mora desde Itagüí (Colombia)
Vía www.elmundo.es

http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/54230/revelan-la-verdad-sobre-el-famoso-caso-de-los-paracachitos/

1 comentario:

Jsam dijo...

Es que Chavez siempre se inventa ese tipo de patrañas. Ojalá Venezuela reaccione y la democracia no termine por culpa de ese señor.

Un saludo desde Colombia