La Santería: nuevo y original refugio de los malandros, choros, rateros, sicarios y toda la fauna chavista

"Los Sagrados" ofrendan a sus víctimas

Ladrones de Petare se refugian en la santería para blindar sus acciones ilicitas

Tal vez fue por azar o cábala que ambos cortejos fúnebres se cruzaron en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, el pasado Viernes de Concilio, sin que los deudos se enteraran que habían sido víctimas de una ritualizada sociedad secreta que opera en un barrio de Petare.

Sin embargo, los cortejos se bifurcaron cuando una de las caravanas de motorizados ingresó al Cementerio Jardines de El Cercado y el otro siguió con destino al pueblo de Chiguana, en el estado Sucre. La fatalidad comenzó al mediodía del martes cuando un grupo de motorizados consumía licor en un sector del Cementerio General del Sur donde planificaban un robo y preparaban una peregrinación a las montañas de Sorte, situadas en el estado Yaracuy.

Al lugar se presentaron integrantes de otra banda con quienes mantienen viejas rencillas. Ninguno quiso enfrentarse, pero en la huida dispararon para amedrentarse unos a otros y un proyectil atravesó el estómago de Elio Ramón Suárez, quien agonizó durante 24 horas en el Hospital Clínico Universitario.

Durante su convalecencia sus compañeros del barrio José Félix Ribas de Petare regresaron al cementerio para rediseñar sus planes frente a la llamada "corte malandra", el cual es un nicho de santería cuyas deidades no son más que célebres delincuentes. En la sesión el asesor espiritual de los ladrones petareños concluyó como necesario realizar un sacrificio humano para lavar sus culpas y ungir al moribundo motorizado de insospechados valores energéticos. De esta manera los espíritus lo sanarían, pero falleció por un paro respiratorio antes de que sus compañeros de culto ofrendaran a dos cristianos petareños.

Al retornar a Petare se percataron que la zona estaba tomada policialmente y decidieron dar una vuelta por el barrio Julián Blanco. Dos tiros en un brazo y uno en el pecho, recibió Ángel Emilio Idrogo Díaz (19), cuando cenaba sentado en la puerta de su casa, situada en el callejón Yaritagua.

Su oficio es la albañilería, aunque en los últimos meses se ganaba la vida como ayudante de camión. A las 8:00 de la noche del miércoles falleció en el Hospital de El Llanito y el jueves a las 6:00 de la tarde lo trasladaron a la morgue en una carroza fúnebre, porque no había furgoneta disponible.

Los mismos delincuentes, antes de ocultarse, se cargaron a Diego Flores (19). Recibió un disparo en la cabeza, cuando volaba un papagayo con un amigo en la platabanda de una casa vecina, en el barrio José Félix Ribas de Petare.

El joven era obrero de almacén en una empresa de Los Cortijos de Lourdes. El jueves pidió el día libre para hacerse unos exámenes médicos, llegó a las 3 de la tarde con las pruebas, las dejó en la mesa y salió.

A las 6:00 de la tarde una vecina le dijo a la señora Inés Flores que su hijo estaba en el hospital, pero cuando llegó lo encontró ya sin vida.

Marlene Idrogo Díaz llegó de Cariaco para realizar todos los trámites con el propósito de trasladar el cadáver de su hermano Ángel Emilio hasta Chiguana, su pueblo natal. Dijo que en el barrio todos le endosan la muerte a unos delincuentes llamados "Los Sagrados", pues son intocables. "Ese es un barrio sin ley. Uno tiene que asomarse antes de salir a la calle. Mientras la policía anda cuidando a los grandes matan a la gente del barrio como si fuera plaga", aseguró.

"Le dicen así porque Los sagrados son intocables, ni la policía los mira. Ellos han acabado con casi todo el barrio", dijo. Los vecinos del barrio fundamentan su creencia en que los miembros de esa sociedad secreta con frecuencia salen bien librados en los asaltos que cometen porque su vinculación con la santería marialioncera los mantiene aislados de lo profano.

A los residentes del barrio Julián Blanco no se les ocurre mencionarlos por su nombre aunque admiten que se trata de vecinos de hablar pausado que mantienen una vida corriente y tranquila. Sólo se distinguen de otros porque los jueves se visten de blanco. De resto la mayoría trabaja como motorizados en la redoma de Petare. La mayoría teme ser víctima de alguna hechicería aunque otros los califican como hablachentos.

Cortejos fúnebres El director de la Policía Municipal de Sucre, comisario Manuel Furelos, dijo que ellos no tenían mayores referencias de esa organización delictiva aunque no descarta que se trate de una banda emergente debido a que en los últimos meses diferentes agrupaciones criminales han sido desarticuladas.

El jefe de la Subdelegación El Llanito del Cicpc, comisario Manuel Machado señaló que recientemente la policía científica atrapó en el barrio a dos hampones apodados "Duende" y "Giorgio".

Las exequias de Elio se realizaron en una funeraria de Los Chaguaramos porque en Petare ninguna empresa se atrevió a prestarle los servicios. Antes de partir al cementerio, sus compañeros colocaron dentro del ataúd las imágenes del "niño Ismael" y "la niña Isabel". El venerado ícono de Ismael simboliza a un antisocial que falleció en un enfrentamiento con las autoridades, mientras que Isabel representa a una prostituta y ladrona que pereció a consecuencia de una enfermedad venérea.

La caravana fúnebre fue interceptada por agentes de la región 7 de Polimiranda cuando intentaban cerrar la autopista Petare-Guarenas. Cerca de ochenta motorizados fueron retenidos para poder restituir el tránsito. Realizaban arriesgadas piruetas en honor al fallecido antisocial.

Simultáneamente por la arteria vial viajaba el cortejo con el cadáver de Idrogo Díaz. Lo acompañaban sus hermanos y sus herramientas de trabajo. Los mismos instrumentos que se trajo a la capital para probar suerte, pero la fatalidad hipotecó sus planes.

Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL