El Cicpc presentó en tribunales al invasor que cortaba cuerpos de sus víctimas
La buhonera Ana de Jesús Niño, quien habita en la conserjería del invadido edificio Potosí alista sus ropas para marcharse al estado Táchira, porque el miedo destroza sus nervios, al enterarse de que en el sótano de la edificación fueron asesinados y luego mutilados varios de sus vecinos.
La señora Niño -quien vende ropa frente a la estación del Metro de El Valle- dijo que llegó al edificio en enero del pasado año. tras solicitar un préstamo de 15 mil bolívares fuertes para adquirir el inmueble. "Una sobrina me dijo que aquí había una buena oportunidad para vivir. Yo pago 50 bolívares fuertes cada mes al condominio, pero no me imaginé nunca que allá abajo descuartizaran a personas. ¡Ay, Dios!", dijo.
La vendedora informal habita junto a su hija, su yerno y sus dos nietos en el edificio Potosí de la avenida Francisco Solano, que la madrugada del pasado lunes fue allanado por el Cicpc. Los detectives sostienen que allí fueron asesinadas cinco personas por rivalidades para el control del edificio y cobrar por la venta de los apartamentos del inmueble invadido.
La buhonera recuerda al presidente de la junta de condominio, Jhon David Hernández, el presunto descuartizador, como una persona afable, pero estricta. Les dijo que el anterior jefe se había ido de viaje, pero desconocía que lo hubiesen asesinado y descuartizado en los sótanos. Uno de sus brazos fue hallado el pasado mes de septiembre en el río Guaire junto con el brazo de otro hombre.
Un homicida frío Ayer los detectives del Cicpc presentaron en los tribunales de Control al presunto descuartizador y a su cómplice, conocido como "Alexander Flax", así como a José Antonio Alarcón (30) y otros cinco antisociales.
Los ocupantes del edificio Potosí han manifestado que Hernández les comentaba que deseaba ser cirujano, pero el destino le truncó sus sueños.
En el apartamento que habitaba el homicida, de 29 años de edad, el Cicpc halló, debajo de unas revistas de Medicina, una pistola Pietro Beretta, calibre 9 milímetros, con los seriales devastados. El 10 de febrero del año 2006 fue detenido y procesado por el delito de robo. En esa época habitaba en la avenida Sucre. Al salir de prisión se refugió en el edificio invadido.
Alexander "Flax", su asistente, declaró que durante los crímenes solía escuchar música. No le gustaba que lo distrajeran.
En el sótano utilizaba unas lámparas de neón para alumbrar a sus víctimas mientras las diseccionaba sobre unas tablas. Los restos los recogía con una pala y los echaba al río Guaire.
Los detectives de Homicidios lo consideran como un psicópata impulsivo, violento e incapaz de entablar relaciones afectivas duraderas. Cuando lo detuvieron se mostró tranquilo.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
1 comentario:
Hola amigo, pasa por mi blog que tienes un premio.
Saludos.
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