El diario La Voz, publica hoy una entrevista realizada al director del canal Globovisión, Alberto Federico Ravell, donde denunció que quienes instigan al odio son “Alberto Nolia, Mario Silva y Hugo Chávez” debido a las expresiones que utilizan en sus discursos.
Esta es la entrevista completa:
En el marco de las declaraciones del presidente de la República, Hugo Chávez, en las que señaló que la actuación de los medios de comunicación social privados durante abril de 2002 fue fundamental para la ejecución del golpe de Estado, el director general de Globovisión, Alberto Federico Ravell, explicó que “los canales del Estado nunca transmitieron las imágenes de la marcha que iba desde Chuao hasta Miraflores ni tampoco las de Puente Llaguno y además que el mismo Fiscal General del momento, Isaías Rodríguez, justificó la partida de pantalla”.
Asimismo, Ravell acotó que “el que impuso un bloqueo informativo fue el Gobierno cuando en plena matazón el primer mandatario comenzó una cadena presidencial”.
Además, el director general de la planta televisiva denunció que por el tono discursivo con el que se expresan “los instigadores al odio son Alberto Nolia, Mario Silva y el presidente Chávez”.
Igualmente, ante las acusaciones en su contra de haber participado el golpe de Estado de 2002, fundamentadas en parte por un video en el que se puede observar a Ravell en el Palacio de Gobierno durante la proclamación de Pedro Carmona como presidente de facto, el gerente general aseguró que si existiera alguna prueba de su vinculación con los subversivos de aquella fecha, ya estaría preso.
“En la única toma que tienen mía en Miraflores en la que aparezco hablando por teléfono, estaba llamando al alcalde de El Hatillo de aquel entonces, Alfredo Catalán, para que ayudara a Tarek William Saab y a su familia que estaban siendo agredidos. Esas agresiones las condenamos porque no responden a la conducta de ciudadanos con pensamiento democrático”, expresó Ravell.
¿Posible sanción?
Ante una posible acción legal en contra de Globovisión, el Ravell aseveró que “nunca hemos pensado que el Gobierno cierre la planta, nunca lo hemos planteado”, además, dijo no entender como “un Estado todopoderoso que tiene todos los medios bajo su poder se preocupa de un solo canal de televisión”.
“Desde que Chávez llegó al poder, todas las semanas están cerrando Globovisión. Después de lo que pasó con Radio Caracas Televisión, pensamos que el Gobierno tiene que pensar esa decisión que lo colocaría en la lista de los gobiernos dictatoriales donde no se respeta la libertad de expresión (…) siempre hemos sido una piedrita en el zapato de esta mal llamada revolución”, señaló Ravell.
Asimismo, recalcó que no está manejando a la oposición venezolana y que “si cometen la locura de enjuiciarme van a tener que cargarme como preso político porque yo me quedo aquí. No me voy de Venezuela, aunque respeto a los que deciden irse porque cada caso es particular”.
Visión de los trabajadores
“Estamos concientes de que existe la posibilidad de un cierre. No siento temor, pero sí preocupación e indignación porque no hay razón para que te priven el derecho al trabajo”, opinó Karen Pereira, trabajadora del Departamento de Investigación.
Por su parte, Juan Carlos Martínez, empleado del Departamento de Post Producción, expresó no sentir miedo de alguna sanción contra la planta televisiva, más bien “siento impotencia de que aquí la justicia es la que considere el Presidente de la República. Bueno seguiremos hasta que la empresa lo decida”.
“Se está jugando con más de 400 puestos de trabajo. Tendríamos que buscar la manera de subsistir y seguir buscando el pan de cada día”, indicó Larry Castro, asistente de cámara.
Luis José Rivero D.
La Voz
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