Una vez nacionalizadas Cemex, Holcim y Lafarge, el Estado venezolano pasará a controlar 90% del mercado cementero ejerciendo una posición de dominio sobre el negocio, tal y como reseña hoy el vespertino “El Mundo”.
Cemex, la mayor de la tríada, produce anualmente 4,6 millones de toneladas de cemento, mientras que Holcim aporta 2,2 millones de toneladas, y Lafarge 1,55 millones de toneladas, lo cual las convierte en dueñas de 90% del negocio en Venezuela.
Al mejor estilo del negocio petrolero criollo, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, aseguró que el Ejecutivo Nacional aplicará con las cementeras el esquema de sociedad diseñado con las transnacionales petroleras que las convirtió en socias minoritarias en las ya conocidas empresas mixtas que hoy operan en el país.
Ramírez, quien asumirá las negociaciones para la transición, asegura que las empresas privadas se mostraron de acuerdo con la medida, y dispuestas a nombrar a sus intermediarios esta misma semana, para fijar lo antes posible el cronograma de conversaciones.
La torta accionaria de las sociedades prevé, de acuerdo a la información del vespertino, que el Estado asuma no menos de 60%, y que el restante 40% se destine a la inversión privada, que hasta los momentos será representada por las compañías titulares.
El Ejecutivo estima que la conformación de las empresas se haga en un término perentorio, una vez definida la agenda de negociación.
Chávez, con esta toma del mercado del cemento, copa otra de las áreas de actividad económica nacional donde también ejercerá una posición monopólica en el mercado.
Hay que recordar que el Estado ya ostenta una posición de claro dominio en el mercado en áreas como:
- Telecomunicaciones, con la adquisión de CANTV y Movilnet.
- Distribución de Alimentos, con las empresas Mercal, PDVAL y otras adquisiciones en proceso (Lácteos Los Andes, etc …)
- Electricidad, con CADAFE, EDELCA, …
- Petróleo, Combustibles y Lubricantes.
Chávez, quien diariamente arremete contra el capitalismo y sus prácticas, se ha convertido pues en el más agresivo de los capitalistas de Venezuela mediante la toma de posiciones de dominio en el mercado a través de las amenazas de expropiación y nacionalización.
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