jueves, 12 de junio de 2008

Albert Einstein andaría con el feto de Hugo Chávez dentro de una probeta cual uniformado monito de feria



Si Albert Einstein tuviera que andar con un homúnculo dentro de una probeta para demostrar su famosa ley de la relatividad, júrenlo que andaría con el feto de Hugo Chávez cual uniformado monito de feria. El propio hombre goma: puede pasar de Ché Guevara a Marcos Pérez Jiménez en menos de 24 horas. De ogro come empresarios a lame traseros del capital, como si nada. De guerrillero heroico a pacifista liberal en menos que canta un gallo. Zelig, el encantador personaje de Woody Allen, es una verdadera alpargata. Compre a Chávez y le servirá para endulzar la leche y condimentar la tortilla, quitar el resfrío común y calmar el ardor de sabañones, aliviar las hemorroides y fortalecer las uñas. Un ungüento como de nuestras bisabuelas. ¿Será verdad que se lo tragó la máquina del tiempo?

¿Qué ha pasado con el gigante de la revolución, el enemigo público número 1 de los Estados Unidos, el tifón del socialismo, el vengador de los pobres, Cristo de nuevo resucitado? ¿Qué comezón le ha entrado como para alcanzar el prodigio de cambiarse de vinagre en aceite, de plomo en oro, de vidrio en diamante? ¿Por qué quien dijo hace nada que las FARC y el ELN eran un ejército con todas las ley que merecía el estatus de beligerancia, hermanos de ideología, ideales y principios se convierten hoy en pobres infelices extemporáneos que no tienen nada que buscar en este mundo de las transnacionales y la globalización? ¿Por qué Uribe pasa de sinvergüenza, ladrón, mentiroso, traidor, peón del imperio a hermano del alma?

Una de dos. No cabe otra explicación, y hay que atreverse a darla, aunque proteste la división de sanidad mental del ministerio de la salud: el sujeto adolece de un muy grave trastorno de personalidad. Una versión caribeña del famoso cuento de Stevenson, el autor de La isla del tesoro, que hiciera temblar a los ingenuos: es al mismo tiempo Dr. Jeckill y Mister Hyde. El hombre lobo. Depende de las fases de la luna.

O dos de dos: recurrimos a la ciencia política y descubrimos el modesto truco de prestidigitación con que pretende disfrazar la verdad. Chávez está chorreado. Cuelga sobre su cabeza la espada de Raúl Reyes. Esta desnudo hasta la coronilla. Y se le ha visto el plumero. Por no decir algo peor. De manera que agarra todos los principios del socialismo marxista leninista, los dobla precipitadamente y se los mete por el…bolsillo. Por ahora.

Palabreja mágica que sintetiza todo su arte del birlibirloque: POR AHORA. Si Carlos Andrés Pérez, su antecesor genético, se sintetizaba en la frase LLUEVE Y ESCAMPA, el teniente coronel no sabe explicar sus felonías, sus salidas de madre, sus plastas y sus catástrofes con otra explicación que no sea el POR AHORA. La propia máscara, la goma, el chiclet. El profesor boligoma.

Y a este señor, a quien Uribe bajó del caballo de un solo empellón y sin disparar un solo disparo le teme la oposición venezolana. A este señor se le subordinan los oficiales de la FAN, armados hasta los dientes. A este espantajo le tiemblan sus seguidores. Hoy ha quedado retratado de cuerpo entero. Cuando le aprietan las entrepiernas se deshace como la melaza.

¿Los empresarios? Lo que han sido toda la vida: chupa sangres aferrados a la teta de quien maneja el coroto. Las sonrisas de banqueros, financistas, empresarios y comerciantes deslumbrados en primera fila porque les tiraban suficiente maní como para engordar sus cuentas bancarias hasta que se les reviente el fundillo pasarán a la historia de la infamia. Eso son, eso fueron. Para nuestra inmensa desgracia: eso serán. Sanguijuelas.

El teniente coronel y las sanguijuelas
Pedro Lastra

http://www.noticias24.com/actualidad/?p=15135

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