miércoles, 4 de junio de 2008

Entre sapos y culebras La ley Gestapo, mejor como conocida Ley SAPO: yo te sapeo, tú me sapeas, él te sapea...


Al ministro Ramón Rodríguez Chacín, no le quedó más remedio que salir ayer a dar la cara ante la avalancha de críticas que suscitó la reciente y macabra ley sobre inteligencia y contrainteligencia aprobada por el presidente Chávez. Esta ley es inevitable porque "este es un país enfrentado al imperio norteamericano". Menudo argumento, y de tan infantil soporte que los venezolanos nos preguntamos hasta qué punto el mensaje bolivariano ha reducido la cantidad de neuronas de los ministros y otros altos funcionarios del Ejecutivo nacional. De acuerdo con lo que dejó entrever el ministro de marras –e ideólogo según algunos miembros prominentes del PSUV (hoy también en funciones de Gobierno) de la matanza de pescadores en El Amparo–, Estados Unidos le ha declarado la guerra a Venezuela, y por tanto todos los ciudadanos deberían pasar a engrosar la lista de colaboradores y chismosos del oficialismo, listos para denunciar a quien (sólo por intuición) consideren un elemento de los gringos.

¡Cómo se ve que no conocen a los venezolanos, a su probada honestidad y patriotismo, y a su nacionalismo fortalecido en tantas ocasiones y oportunidades históricas!

En todo caso, quienes deben ser investigados no son los nacionalistas venezolanos, sino los miembros del Gobierno bolivariano, militares incluidos, que se han vendido a Cuba, les han entregado nuestro sistema de salud, la distribución de alimentos, el cultivo de la caña de azúcar y pare usted de contar.

Al ministro Rodríguez Chacín, cuya trayectoria policial fascista conoce bien el país entero, habría que preguntarle qué piensa de que agentes cubanos de inteligencia manejen todo lo relacionado con la base de datos computarizada de la que saldrá, quizás el año próximo, la nueva cédula de identidad de cada ciudadano de este país.

¿Quién es más traidor? ¿El que como militar, retirado o no, ayuda, colabora y permite que agentes de otro país (sean Estados Unidos o Cuba) manejen cuestiones de seguridad interna, o aquél que es delatado por informante casual, sin ninguna prueba? Desde luego que todo militar activo o retirado que colabore con otro país debe ser llevado a juicio y castigado por prestarse a semejante traición, sea ministro o presidente de la república.

El ministro Rodríguez Chacín miente cuando dice que las críticas contra la ley GESTAPO carecen de base. Afirma que quienes critican "saben que aquí no hay riesgo para la estabilidad democrática, al contrario, se busca consolidarla".

Agregó, como si los venezolanos no conociéramos su trayectoria y las intenciones de Chávez, que era "necesario considerar que Venezuela es un país petrolero, que sus operaciones deben ser secretas y tener un aparato para evitar que se filtren las informaciones".

¿Cuáles informaciones? Si algo estamos viviendo en este momento es, casualmente, una falta de información porque Pdvsa se niega a dar sus balances consolidados, el Banco Central maquilla sus informes y los cálculos de empleo e inflación casi siempre son falsos...

Editorial
El Nacional

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