martes, 24 de junio de 2008

La emigración y el populismo

Mugabe


El mandamás de esta ínsula barataria en que se ha convertido Venezuela, en lugar de insuflar sofismas y decirle a los eurodiputados que no les enviará más petróleo si llevan a cabo medidas contra la emigración ilegal, debería ser consecuente con su socialismo, despachar un barco a las Islas Canarias y traer al país a los africanos que arriban a esas costas huyendo de personajes tan aciagos como el inefable Robert Mugabe, su incondicional "hermano del alma".

La huida desesperada de miles de personas de sus tierras ancestrales, es consecuencia -no siempre- de unos gobiernos putrefactos, corruptos, decadentes, rastreros e impresentables, a cuenta de manejar sus países cual pulperías hendidas.

En 1885, Gran Bretaña, Francia, Portugal, España, Italia, Alemania y Bélgica, realizaron una avanzada de puestos militares, misiones religiosas y expediciones científicas, siendo el telón de fondo el expansionismo colonial, manera cínica de repartirse África. Cuando se fueron, tras saquear sus riquezas, dejaron guerras tribales, conflictos étnicos, nuevas enfermedades, líneas fronterizas hechas con cartabón y una población sin desarrollo evolutivo.

Durante los últimos 60 años, la mayoría de las regiones bantú y otras arriba del Monte Camerún y el Lago Victoria, consiguieron la independencia.

Costó Sangre, mucha; dolor, en demasía. Sus líderes emblemáticos, Kwame Nkrumah, Patricio Lumumba, Ségou Touré, Jomo Kenyatta, Julios Kambarage... se dieron cuenta, sin dejar de luchar con bríos, de que toda África era un mito precario.

También ellos en su momento se volvieron ficciones inflamadas.

Los líderes que les precedieron, demostraron, una vez en el gobierno, una incapacidad pasmosa. Eran buenos guerrilleros, hechiceros o agitadores de masas sin duda, pero incapaces de dialogar con las tribus oponentes y formar alternativas democráticas.

África no puede seguir trabada al recuerdo de la esclavitud y el colonialismo. Quienes mejor reconocieron esa realidad fueron Nelson Mandela y Léopold Sédar Senghor.

El problema de Europa y la emigración, es de masificación escapada a toda planificación. Hay más expatriados actualmente, que habitantes cuenta Venezuela. Y siguen llegando.

¿No podría el gobierno chavista abrir sus fronteras y recibir a varios cientos de esos olvidados en esta tierra de gracia? La acción sería muy superior a escindir el carburante a los europeos.

Y es que, en el aspecto humano, no se debiera jugar con demagogia.

Rafael del Naranco
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=396921

2 comentarios:

Eriu Brighid dijo...

Hola hoy mi Blog esta de aniversario y he querido compartir con ustedes un reconocimiento

Saludos

Stop Dreaming Start Action dijo...

Hi..Nice blog here...keep this friendship okay...i support u...my friend

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