lunes, 30 de junio de 2008

No todo lo que observamos a simple vista en el ambiente político es rigurosamente cierto


Mientras Escarrá defendió esta semana con vehemencia las inhabilitaciones del Contralor, no hace mucho como abogado arremetió contra el polémico art. 105 al defender a unos clientes suyos inhabilitados por Russián. Lo revela hoy Pablo Aure.

Esta es su columna de hoy en “El Carabobeño”:

No todo lo que observamos a simple vista en el ambiente político es rigurosamente cierto. Solemos tener muchas veces apreciaciones falsas y distintas a la pura realidad. Me explico: lo que hoy dicen las encuestas no necesariamente refleja la mejor opción opositora para ganar las gobernaciones o las alcaldías en el mes de noviembre. Por ejemplo, es menester analizar con cuidado lo que ha sido el comportamiento del electorado en los últimos procesos para poder advertir algunos aspectos, como el siguiente: en el proceso donde resultaron electos los actuales gobernadores y alcaldes hubo más abstención que la que se dio en el referéndum constitucional donde triunfó el “NO” a la reforma.

¿Qué quiere decir esto?, que en el comportamiento de la masa electoral juega la pasión del tipo mismo de elección que se realiza, y desde luego, el entusiasmo que puedan despertar las opciones a escoger. Una reforma constitucional como la que se propuso, con el consabido peligro que implicaba, como convertirnos al comunismo, tenía que mover a los electores con más fuerza que cualquiera otra elección. Aún así, la abstención fue aproximadamente del 30%. Mientras que en el 2004, en las elecciones para gobernadores y alcaldes, la abstención estuvo cercana del 45%.

Así pues, si el fenómeno de la abstención se repite con las mismas características de ese último proceso para la escogencia de autoridades locales, podemos afirmar entonces que lo que hoy dicen las encuestas es simple y llanamente un espejismo, y que cualquier cosa puede ocurrir, inclusive el peligro de que pudiera ganar un candidato afecto al oficialismo aquí en Carabobo, donde ninguna de las principales encuestadoras del país se pasean por esa posibilidad.

Por tanto, la unidad opositora debe estar alerta, y no conformarse con encuestas. La abstención hay que abatirla. Es el peor enemigo que nos acecha y sobre la base en que puede montarse el enemigo. Nada de confiarse.

Pasión por Carabobo

El censo electoral en Carabobo nos dice que tienen derecho al voto aproximadamente 1.330.000 electores; y si tomamos en cuenta la abstención de las elecciones en que resultó electo Acosta Carles (43%) e imaginamos que la misma pueda repetirse, tendríamos que concluir que son sólo 750.000 los electores a conquistar. De esa cantidad las encuestas nos dicen hoy que el 35% está con el oficialismo y el 65% con la oposición. Esto implica que si sale un candidato que despierte pasión, es casi seguro que la abstención disminuya y esos porcentajes cambien, bien sea a favor del oficialismo o a favor de la oposición, dependiendo del candidato. Ya sabemos que si el candidato es Henrique Fernando Salas Feo, el porcentaje del 65% sólo se nutrirá de los 750.000; es decir, su votación, si se presenta tal y como se presentó en el 2004, tendría un techo que en ningún caso superaría los 487.000 votos, pero si cambia su estilo y procura llegarle un poco más tanto a la clase media como o los sectores populares, no tengo dudas que aumentaría su aceptación.

Henrique Fernando Salas, si es en definitiva la opción opositora, debe y tiene que dar un mensaje de unidad, de amplitud, de cambio, de inclusión. Nadie debe sospechar que será el mismo, él debe saber que los tiempos son otros y que jamás ganaría si la gente llega a sospechar que el tiempo le pasó en vano. Yo creo, y así lo percibo, que ha madurado políticamente y en caso de triunfar, no cometería los mismos errores. Le recomiendo que no basta la consigna: si el pueblo quiere que vuelva “el pollo”, “el pollo” volverá…., ¡No! Es indispensable mucho más que eso. Hace falta generar pasión que es la fuerza que evitará la abstención.

Las inhabilitaciones

El mismo diputado que a brazo partido defendió la “ley sapo”, ahora lo vemos defender las inhabilitaciones. Me estoy refiriendo a Carlos Escarrá, quien a pesar de su profesión y de su condición de profesor universitario, no se ruborizó en defender lo que palmariamente, desde la perspectiva jurídica desde la que se viera, era indefendible. Desde luego, abogar por la constitucionalidad de la “ley sapo” era algo verdaderamente audaz. Pero esa fue la lamentable posición de Carlos Escarrá, a todas luces sumisa, develando su poco apego a la ciencia que profesa y a los derechos humanos fundamentales consagrados en la Constitución y en los tratados suscritos por nuestro país.

Muy parecida conducta del diputado fue la del jueves pasado, cuando ufanándose de su condición de abogado y docente universitario, defendía a todo gañote en la Asamblea Nacional, la legalidad de las inhabilitaciones perpetradas por el inefable Clodosbaldo Russián, a sabiendas de Escarrá de lo atroz que es esa medida. La principal cualidad que debe tener un político, y sobre todo un hombre que se presenta como un académico, es la coherencia y sinceridad en sus posturas. Lamentablemente, muchos carecen de esas cualidades y resulta común verlos saltar de un extremo a otro sin importarles para nada lo que piensen de ellos. Sólo les importa agradar al jefe máximo.

Por ejemplo, en el caso de este profesor Escarrá, puedo decir que él sabe que las inhabilitaciones son inconstitucionales, y como abogado en estrado lo ha manifestado. En efecto, hace poco tiempo Escarrá, como abogado, se presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia y pidió hacerse parte coadyuvante en un juicio de inconstitucionalidad intentado en 2004 por el abogado valenciano Lubin Aguirre contra el artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema del Control Fiscal, artículo en el cual se fundamenta el contralor Russián para imponer las inhabilitaciones. Escarrá se convirtió en co-demandante en ese juicio y pidió la extensión de una medida de amparo a clientes suyos, que eran diputados del Estado Anzoátegui. ¿Serán también ladrones esos diputados de Anzoátegui defendidos por Escarrá como abogado? Recuerden que él calificó así a todos los inhabilitados por el Contralor. Entonces Escarrá es un defensor de ladrones. Invito a los lectores que visiten la página web www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/julio/1434-260706-04-0143.htm para que corroboren lo que aquí les expreso.

Pablo Aure
El Carabobeño

http://www.noticias24.com/actualidad/?p=15587

2 comentarios:

El Gonzi dijo...

Hola. Gracias por el link. Ya puse uno en el mío.

Saludos.

Yetro dijo...

El Gonzi:

OK. Perfecto.

Saludos