viernes, 1 de febrero de 2008

Las municiones también escasean


La inquietud anda a galope en el oficialismo. El hecho de que el Gran Iluminado no tenga una respuesta eficiente ante la crisis está produciendo un hondo efecto desmoralizador en el campo del chavismo.

Eso explica el incesante cotilleo sobre el futuro de la revolución¿ Cada vez son más quienes poseen la certeza de que "el proceso" ya no tiene largo plazo y de que es imposible restablecérselo mediante procedimientos ortodoxos. En opinión de los propios rojos, el artificial conflicto con Colombia es la más nítida prueba de la grave merma del instrumental político disponible.

Los portentosos ingresos petroleros -que han sido la principal ventaja del régimen- están a punto de transformarse en el más serio de los agravantes. Con tanto dinero, no es sencillo explicarle al pueblo raso el dramático cuadro actual de carestía y desabastecimiento que le agobia.

Para colmo de males, Chávez sigue priorizando su febril agenda "internacional-integracionista", en una elocuente evasión patológica, cuya consecuencia ya es fatal. El mandatario no se esfuerza en ser un buen ejemplo para sus burócratas: con su atención concentrada en asuntos externos divorciados del drama social, no hay modo de que sus ministros y colaboradores actúen conforme lo exige la dimensión de los problemas.

Pragmáticos y ambiciosos -según lo confiesan en el chismorreo algunos de los "cuadros" del "proceso"-, muchos de los más altos funcionarios del Estado se mueven inercialmente, mientras se apresuran a raspar la olla antes del posible desplome¿ El efecto de la desidia presidencial -y también de la próxima derrota proyectada para noviembre- es tremendo en materia de corrupción: no es un secreto que el fenómeno tiende siempre a incrementarse cuando se acerca el fin de los gobiernos.

Lo cierto es que el otrora ruidoso elenco de la V República muestra una ostensible escasez de argumentos que contribuyan a la superación de sus graves dificultades actuales. La defensa del Gobierno y la de su jefe único se está haciendo cuesta arriba.

Todo el mundo reconoce que las realidades sociales y económicas desintegraron el discurso con el cual lograron cautivar a la audiencia popular durante los anteriores diez años. Aunque previeron un 2008 complejo, jamás imaginaron un deterioro tan profundo en el más corto de los plazos¿ Ante las circunstancias, Chávez ha adquirido una nueva fisonomía, a los ojos de sus seguidores y colaboradores.

La impotencia del otrora hombre fuerte-expresada hoy en su persistente actuación errática- está trasladándose hacia todos los demás recodos del movimiento, donde no pocos comienzan a pensar en una forma de acomodarse a lo que se avecina. Para ellos, el atajo de la guerra con Colombia representa el aviso más vistoso de que, a la revolución, se le están acabando los cartuchos.

Argelia Ríos

http://blogs.noticierodigital.com/argelia/

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