viernes, 19 de octubre de 2007

Conferencia Epíscopal advierte que el socialismo implica cese del pluralismo


El pluralismo es un "valor consagrado" por la actual Constitución y la "implantación de un estado socialista (…) implica el cese del pluralismo y de la libertad política y de conciencia" para los ciudadanos. Esa afirmación recoge, en gran medida, la opinión de los obispos y arzobispos venezolanos sobre la propuesta de reforma a la Carta Magna, cuyo proyecto estudia la Asamblea Nacional.

Monseñor Diego Padrón, arzobispo de Cumaná, fue el encargado de leer para el país el documento elaborado por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), para cuya redacción examinaron el proyecto inicial, el que entregó el presidente Hugo Chávez a la AN el 15 de agosto, y el contenido propuesto por la Comisión Mixta del Parlamento.

Los prelados examinaron el contenido y lo compararon con las "exigencias de la persona humana", y consideraron los cambios más relevantes y sus posibles consecuencias éticas y legales.

"La constitución debe expresar el acuerdo de todos los sectores, corrientes e ideologías, no puede ser la consagración de las ideas o propósitos políticos de un determinado grupo. Una modificación a la Carta Magna debe apoyarse en el mayor consenso posible", acordaron expresar los obispos, enfatizando que la pluralidad debe ser el principio rector de todo sistema.

Señalaron que en un estado democrático pueden coexistir partidos y gobiernos socialistas, pero en un estado socialista todas las actividades de naturaleza política, social, económica y cultural, deben enmarcarse dentro de un único pensamiento.

Resaltaron su preocupación porque algunos artículos del proyecto "condicionan" la participación del pueblo y sus actividades a la "sola construcción del socialismo y de la economía socialista", lo que limitaría la libertad de los venezolanos, al tiempo que se "incrementa excesivamente" el poder del Estado, se elimina la descentralización y el gobierno pasa a tener el control de muchos espacios de la vida ciudadana.

Más aún les preocupa que "ese modelo de Estado y Gobierno, estarían dirigidos" por un presidente que podría ser reelecto "sólo él", con un "amplísimo poder", que le "permitiría disponer" por vía constitucional de las instituciones, propiedades y recursos.

"Esto modificaría la estructura fundamental del estado democrático", sentenciaron.

"Un modelo de estado socialista, marxista, leninista, estatista, es contrario al pensamiento del Libertador Simón Bolívar y también contrario a la naturaleza del ser humano y la visión cristiana del hombre. El Estado y su Gobierno se convierten en opresores de la persona y la sociedad, coartan la libertad personal y la expresión religiosa".

Expresaron que las modificaciones a los artículos 337, 338 y 339, que elimina el debido proceso y el derecho a la información en los estados de excepción, representan "una patente involución". Y respecto a la discusión sobre si es capitalismo o socialislmo, insistieron en que la solución a la pobreza y las desigualdades, no está ni en el capitalismo salvaje, ni en el socialismo marxista, sino en la "práctica de la justicia social y de una efectiva caridad".

Asimismo, cuestionaron el que según los cambios el Poder Popular no provendrá del sufragio, y su promoción, organización y registro, será competencia del Poder Nacional.

Es así como "se vulnera la libertad de asociación, poniéndola en manos del estado, lo cual quebranta el carácter democrático de todos los niveles del gobierno y le quita poder al pueblo".

Recalcaron que "ya el pueblo es sujeto de poder", y lo que realmente necesita es "tener el pleno ejercicio de sus derechos y libertades" y que las autoridades les ofrezcan servicios de calidad.

Para los obispos y arzobispos, la propuesta de reforma "más que enfrentar y superar la problemática vivida en el país, profundizaría la polarización entre los venezolanos, dificultaría la convivencia social con el peligro de generar nuevos hoyos y conflictos que queremos evitar".

Consideraron que por "la radicalidad y profundidad" de las modificaciones que afectan "la estructura del Estado", la reforma "va más allá de una reforma".

"La proposición de un Estado socialista es contraria a principios fundamentales de la actual Constitución y a una recta concepción de la persona y el Estado".

Los altos representantes de la Iglesia, reiteraron el llamado al diálogo y la reconciliación de los venezolanos.

Leda Piñero
www.eluniversal.com

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