Dentro y fuera, el descontento en la Guardia Nacional es real

En retiro y en desacuerdo

TalCual
Patricia Clarembaux
Un grupo de 31 oficiales dados de baja de la Guardia Nacional, manifestó su descontento con el proyecto de reforma planteado por el Presidente. Degradados, deshonrados y preocupados. Así quedaron al escuchar lo que vendría y sólo pidieron una cosa: que Chávez recapacite. Dentro y fuera, el descontento en la Guardia Nacional es real. El 25 de agosto de 2007 –diez días después de la exposición que el primer mandatario hiciera de su propuesta de reforma constitucional– un grupo de suboficiales en “honrosa situación de retiro” –como se autocalifican– plasmó sus consideraciones sobre el papel.

Así, en un comunicado asentaron sus acuerdos y, entre ellos, el primero es la exhortación al presidente Hugo Chávez Frías a que recapacite.

Veintiséis Guardias Nacionales (r) lo suscriben con su firma y cédula, pero quienes dan la cara en la primera página son los miembros del directorio ejecutivo de la Federación Nacional de Tropa Profesional de la Fuerza Armada en Situación de Retiro (Fenatroprofar): S/1 Teódulo Martínez González, S/2 Rafael Bermúdez Arias, S/A Omar Peñaloza, DG Cruz López Reyes y C/1 Carlos Augusto Clemente.

Tres páginas de consideraciones y acuerdos fueron suficientes.

¡APROBADO!
Previa invitación, los 31 GN en situación de retiro se reunieron para debatir las ideas que plasmarían en el papel. Aquel 25 de agosto consideraron que la Guardia Nacional, desde su nacimiento hace 70 años, “ha sido reconocida y valorada en su buen nombre” ; que todos se sienten orgullosos de ser parte de este componente que tiene “una identidad propia muy bien ganada a través del tiempo”.

Asimismo, plantearon que el artículo 329 de la reforma propuesta por el Presidente “presiona en lo más hondo nuestro orgullo patriótico y nacionalista” ; que cambiar de Guardia Nacional a Territorial “es una degradación que afecta nuestra moral”. Finalmente, manifestaron que tanto ellos, como sus familiares y amigos están preocupados por el proyecto.

Estos planteamientos son similares a los que comentó un cabo primero activo de la GN el 21 de agosto de 2007 para TalCual. En aquella oportunidad el oficial, entre otras cosas, concluyó que “no podemos desaparecer por el capricho de una persona”.

Los retirados concuerdan y por eso exponen sus acuerdos.

El primero de ellos es una invitación expresa para que el Presidente reconsidere “la propuesta, en cuanto afecta a la mayoría de los hijos de la Guardia Nacional”. Luego consideraron necesaria la difusión de este comunicado al “pueblo” para que “conozca nuestra preocupación” y pueda apoyarlos.

Los acuerdos incluyen el envío de una copia para el ministro del Poder popular para la Defensa, G/D (Ej.) Gustavo Rangel Briceño; para la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores; para el comandante general de la GN, Fredys Alonzo Carrión; para los jefes de los comandos regionales, a los diputados y medios de comunicación social.

Algo se habló en la prensa, pero de ahí para arriba, la postura de desacuerdo se negó. En su lugar, el primer mandatario aclaró en el Aló Presidente del 19 de agosto: “Algunos agentes internos a la institución han intentado generar confusión y desconfianza dentro del conglomerado Guardia Nacional. De inmediato, procedimos a visitar todas las unidades, todos los comandos, y hemos percibido que el personal está claro, conciente. Hay perfecto orden en las unidades (...) ”.

Nada más se habló.

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