Familia de víctimas de la masacre de Charallave dicen que eran personas de bien
Los Teques.- Consternados. Así se encuentran los vecinos del sector El Dividive de Charallave al enterarse de la masacre ocurrida el domingo en horas de la noche, cuando seis personas fueron asesinadas durante un cumpleaños celebrado en uno de los inmuebles de la zona. Y es que esa era una de las pocas comunidades del municipio Cristóbal Rojas, donde el índice delictivo se mantenia bajo y hasta el momento no se había registrado un hecho similar.
A las puertas de la medicatura forense de Los Teques, se encontraba Luis Fernando Díaz Véliz, a la espera de que le entregaran el cadáver de su hijo Luis Díaz, quien fue una de las víctimas de la masacre. Con voz quebrada, Díaz relató que no se explica la razón que llevó a un grupo de 5 sujetos a acabar con la vida de seis hombres de trabajo durante el cumpleaños de una niña. "Vivía en la casa de al lado, yo estaba en la fiesta y me fui a la casa a dormir. Me desperté de manera abrupta al escuchar las detonaciones que provenían de la casa vecina. Enseguida me levanté y como pude con los nervios, me vestí y al salir a ver lo que ocurría en el porche encontré los cadáveres. Uno de ellos era el de mi hijo que tenía un disparo en la cabeza. No sé cómo pudo pasar esto. El era un hombre de apenas 31 años que trabajaba conmigo en la empresa OTIS, dedicada a la fabricación de escaleras mecánicas para centros comerciales. No dejó hijos porque no se había casado aún, pero a cambio nos dejó a mí y a su madre que vive en Cumanacoa un dolor intenso por una pérdida irrecuperable", dijo el entrevistado, quien agregó que el muchacho no conocía a los sujetos que acabaron con su vida y la del resto de sus amigos que en ocasiones especiales como la que se celebraba esa noche acostumbraban reunirse para tomar y compartir sanamente.
A lado de Díaz estaba Eduardo Mejías, hermano de Hernán Sebastián Mejías otra de las víctimas del hecho. Comentó que el infortunado de apenas 20 años trabajaba como obrero de una empresa fabricante de aluminio, ubicada en Charallave.
"Lo único que hacía era trabajar como un esclavo para mantener a su esposa y a su hijo de apenas tres años. Su esposa no laboraba era el sostén de hogar. Ahora ella deberá buscar trabajo para salir adelante", dijo Mejías al contar que él también se encontraba en esa fiesta y que se dio cuenta de lo sucedido cuando llegó a su casa y escuchó los disparos. Al llegar a la vivienda donde se produjo el hecho, los cinco antisociales se habían ido. "Ellos ingresaron buscando a unos sujetos que no conocíamos, requisaron la casa y a punta de pistola amenazó a mis amigos y al salir al porche los mataron sin contemplación. Todos tenían tiros en la cabeza. Sólo pido a Dios que si en este país existe justicia, que se aplique porque un hecho de este calibre no puede quedar impune", expresó Mejías.
Los parientes de los infortunados manifestaron que tenían información de que el Cicpc había identificado a dos de los responsables de los asesinatos, pero hasta ayer no habían sido capturados.
El Universo
http://www.eluniversal.com/2008/12/17/sucgc_art_pido-a-dios-que-si_1192411.shtml
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