Una turba de miembros de la comunidad indígena Wará, incendió en su totalidad un campamento turístico ubicado a la entrada de la población de Santa Elena de Uairen, del municipio Gran Sabana. Lo cuenta la Nueva Prensa de Guayana.
El hecho se registró pasadas las 12:00 del mediodía del domingo cuando integrantes de esta comunidad decidieron tomar la radical decisión de prender fuego a las costosas instalaciones, reclamando que las mismas habían sido construidas dentro de su territorio. Además los molestos indígenas destrozaron un vehículo que supuestamente era propiedad del dueño de las instalaciones destruidas.
Se conoció que la acción tomada por el grupo de indígenas fue en reclamo por que las tierras en donde estaban construidas las estructuras supuestamente es territorio de la comunidad que reclama como suya este lugar.
En el sitio se hicieron presentes piquetes de efectivos de la Guardia Nacional, funcionarios de la comisaría policial de Gran Sabana y el fiscal del ministerio público de Santa Elena de Uairén, autoridades que actuaron para evitar posibles enfrentamientos.
Actuan cuerpos de seguridad
Al lugar del suceso se presentaron comisiones de la GN y policía de Santa Elena de Uairen, las cuales se encontraban pacientes ante la amenaza que representaba para ellos una comunidad indígena totalmente fuera de los canones comunes de un ser humano en su juicio cabal.
El jefe de la comisaría de Santa Elena de Uairén, Jesús La Roque, informó que “los indígenas están reclamando este como su territorio y el dueño de estas churuatas dice que ellos habían conversado con anterioridad. Supuestamente los indígenas han llevado este caso a la Fiscalía General de la República, además ellos manifiestan que ese caso ha sido llevado a la comandancia de la policía local, pero yo tengo muy poco tiempo en la zona y de verdad desconozco de la situación que están viviendo los hermanos de la etnia Wará”.
Por otro lado dijo que “ellos alegan que esas tierras son de ellos y allí nosotros no tenemos ingerencia, sólo actuamos para resguardar el orden público como lo hacen los demás organismos de seguridad del estado, según se dice que los indígenas han recibido amenazas de los propietarios de las estructuras que están consumiendo las llamas”, dijo el jefe policial.
A la hora que los miembros de la comunidad Wará prendieran fuego a las edificaciones, se conoció de manera extraoficial que en el lugar se encontraban tres niños y dos señoras que afortunadamente no fueron consumidos por las llamas porque estos se escaparon a tiempo del lugar. Según versiones dadas al inspector La Roque, los caldeados ánimos de los indígenas habrían obligados a estos a tratar de quemar a los infantes y a las mujeres que salvaron sus vidas oportunamente”.
Por su parte, el propietario de las instalaciones dañadas el abogado Rafael Malavé Bermúdez, informó de manera exclusiva a Nueva Prensa de Guayana, que los daños causados a las instalaciones de su propiedad no están estimadas. Sin embargo acotó que las sumas eran mil millonarias.
Expresó que ya el caso fue denunciado a las instancias ordinarias las cuales deberán iniciar una serie de averiguaciones en torno al lamentable caso. “Los indígenas golpearon a mi suegra y a una muchacha de 16 años de edad, que es la que me cuida los niños que corrieron el riesgo de morir producto de la agresión indígena”, remató Malavé.
José García - Nueva Prensa de Guayana
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