El país tiene un límite
Con asombro recibo las llamadas que me informan sobre una nueva distribución política de la patria. Es que ahora un país que limita por el sur oeste con las FARC.
Mi asombro no proviene de esa infeliz afirmación. Proviene del aspaviento general ante tal desaguisado.
Un consumidor regular de la pasta de coca no puede brillar mas. La cocaína como mercado es sumamente productiva. Basta con ver los automóviles, penthouses y amantes que se reproducen como la hiedra desde que el Régimen cambió el patrón oro por el “patrón coca” para respaldar la moneda fuerte. Ese es su gran negocio.
Pero la nación toda pareciera atrapada es, en el consumo de la “candidatina”. Una sustancia mezcla de aspiraciones de cocaína combinada con aspiraciones políticas. Gobernaciones y alcaldías reprimidas. O ejercidas por poco tiempo. Por ello la oferta opositora al país. no deja de ser una vuelta a la semilla. Un deja vu. Un túnel del tiempo, donde solo falta que se escuche un pitico que suene pi-ñe-ru-a (QEPD)
Mientras el pueblo se masca este circo se nos viene encima la posibilidad muy próxima. Que la Asamblea apruebe la pasta de coca escolar. Una ración que aparte de mitigar la hambruna que carcome al pueblo, hará estudiantes más inquietos y con gran resistencia para los deportes.
No habrá una sola escuela. Un Liceo. Ni Universidad, que no reciba su dotación de pasta. Y todo ello acompañado de su slogan: En Mentes duras no entran leyes.
Proteja a sus hijos contra la caries del capitalismo.
Por eso, es increíble pero cierto, revisar nuestro pasado reciente y confrontarlo con la realidad presente. Nos produce un shock sin proporciones. Marina, Ejercito y Aviación, sin olvidar la Guardia, acompañando, vigilando, transportando y contribuyendo al almacenamiento y distribución de la hoja mágica.
Al punto que se habla de incorporar a las cucardas e insignias que se pegan en los uniformes de las distintas fuerzas, las hojitas de coca, reproducidas en oro. Esto combinado con el brazalete de las FARC.
Todo esto, asumiendo que ya no quedan uniformados de los de antes.
O sea de los que no mascan.
Un desfile en próximas fechas patrias podría combinar a los batallones ya conocidos, con sus colegas de las FARC, y comandados todos por unos gorditos de guayaberas color papaya hinchada, que desfilan a nombre del G2. Los que realmente mandan en los cuarteles.
El nuevo Comandante en Jefe de las FARC los hermana con su obediente Fuerza Armada. Y con la Inteligencia caribeña. Todos, conformando una sola fuerza. Una legión común. Esto es lo que cambia el mapa político. Que ahora no solo limitamos por el sur oeste con las FARC. Limitamos por el oriente medio con los terroristas. Por el sur nos limitan con maletines llenos de billete. Y el norte de todo esto, es la ruina y la destrucción.
Por los cuatro puntos cardinales, hambre, miseria y desilusión.
El país tiene un límite. Uno solo. Tú
CIFRADO 2/07Por Orlando Urdaneta
http://www.noticias24.com/actualidad/?p=11855
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