Si él nunca hubiera aparecido, la economía estaría ahora en buen estado
El presidente ha causado catástrofes pasmosas en la economía, el petróleo y la diplomacia. Si él nunca hubiera aparecido, Pdvsa probablemente estaría produciendo casi seis millones de barriles diarios, no cerca de dos millones. Su primer golpe contra Pdvsa fue despedir a 18.000 de sus mejores trabajadores en 2002. El segundo fue poner fin a la apertura petrolera, que había atraído capital y tecnología foráneos a los campos petroleros venezolanos de crudo pesado y en aguas profundas. Y el tercero, que podría arrojar a Pdvsa a la lona, es confiscar las compañías de servicios que extraen el crudo mientras la estatal hace política.Si él nunca hubiera aparecido, la economía estaría ahora en buen estado. Aproximadamente 1 billón de dólares ingresaron desde 1999. De ese monto, una gran cantidad se malbarató en armas, una enorme e ineficiente burocracia, y en corrupción, mientras que 100 millardos de dólares se gastaron fuera de Venezuela con distintos fines políticos. En esa década, la productividad disminuyó cada año y la inflación aumentó al mismo ritmo, mientras que la inversión, investigación, tecnología y educación cayeron abruptamente. Con un mínimo de liderazgo, Venezuela podría haber derrotado la pobreza y elevado a la mayoría de la gente a la clase media. En su lugar, la economía del país es una guasa donde la solución endógena para el abastecimiento de comida consiste en confiscar haciendas productivas, al tiempo que se venden alimentos subsidiados e importados desde el "imperio del mal" con una etiqueta bolivariana.
Si él nunca hubiera aparecido, a Venezuela probablemente no la relacionarían con Saddam Hussein; los terroristas de Hezbolá, que apoya Irán; el antisemitismo; las armas nucleares y los traficantes de armas rusos; la extracción de uranio y la energía nuclear; la guerrilla de las FARC; las violaciones de derechos humanos en Cuba; asistencia al populismo y al fracaso en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Argentina; un incremento en la cocaína que pasa por el país de 50 a 250 toneladas apenas desde 2005; la mayor tasa de homicidios del continente, consecuencia del incremento de las drogas; y Muammar Gaddafi, Robert Mugabe y Alexander Lukashenko, el último dictador de Europa. Todos estos desastres se suman al catastrófico legado de un hombre que lo controla todo.
Michael Rowan
el Universal
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