El 27 de mayo de 2007, se cumplió el anuncio presidencial. Los días previos al cierre fueron de manifestaciones, despedidas y de un sentimiento de pérdida que se selló a las doce de la noche de ese mismo día, cuando la imagen de RCTV fue reemplazada por la más absoluta y silenciosa oscuridad.
Radio Caracas Televisión salió de señal abierta hace ya dos años. El gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, había anunciado en reiteradas oportunidades que la concesión que le permitía transmitir en señal abierta no sería renovada. Aquella medida traspasó la línea amarilla que muchos analistas y políticos creían inviolable: fue sacado del aire un medio de comunicación privado.
Los directivos de ese canal creen que se trató de una retaliación política que entre otras cosas, buscaba silenciar la expresión popular que desde 1953 sigue los pasos de RCTV.
El representante legal de RCTV Internacional, el abogado Jorge París Mogna, recordó que el día 28 de diciembre de 2006 -cuando el presidente Chávez anunció quitarle la señal al canal- se argumentó la orden diciendo que se trataba de un canal “golpista” que había “incumplido la ley”.
“Empezaron a decir que era un canal golpista, luego argumentaron que era para un Plan Nacional de Telecomunicaciones y que el Estado ordenaba que se tuviera un canal de servicio público. Al final, ya sin argumentos jurídicos que justificaran el cierre, ellos tuvieron que inventar que necesitaban la frecuencia del canal dos (2) para montar ese nuevo canal de televisión (…) Ese fue uno de los argumentos para cerrar el canal”, dijo París.
El cierre marcó una pauta imposible de olvidar en la historia política del país y quizá sin saberlo, en el propio proyecto político del presidente Hugo Chávez. Algunos analistas sostienen que el jefe de Estado aún paga el alto costo de haber cerrado un medio de comunicación en un país que hasta ahora, da una dura batalla en terrenos democráticos.
Radio Caracas Televisión se convirtió en RCTV Internacional. Durante estos dos años se ha mantenido a través de la televisión por suscripción y así, luchan por cumplir la promesa de no desfallecer ante la adversidad.
“No se negocian los sueños de libertad.”
Según informaron sus directivos, el cierre del canal afectó el trabajo de casi tres mil personas, cinco mil trabajadores indirectos y cerca de mil proveedores, sin contar las innumerables familias que se quedaron sin la posibilidad de elegir qué quieren ver a tráves de su televisor.
Asimismo, denuncian que pese a su aprobación de transmitir por cable, el “régimen no ha cesado en sus amenazas”, hostigando a los periodistas y usando métodos intimidatorios a través de instituciones del Estado como Conatel y el Seniat.
“Todavía a los periodistas se les niega el acceso a la información y por otro lado, cuando invitamos a voceros del gobierno para entrevistarlos nunca vienen”, contó el abogado París.
En el transcurso de estos dos años, los representantes jurídicos de RCTV, han presentando diversas medidas cauteleres ante el Tribunal Supremo de Justicia para garantizar los derechos de la planta televisiva, pero hasta ahora, no ha existido ningún pronunciamiento por parte del ente judicial
Por su parte, el directivo y presidente de las Empresas 1BC, Marcel Granier, interpuso los dos últimos recursos legales el pasado 21 de mayo, en los que exige que el Estado devuelva a la empresa sus equipos de transmisión los cuales, fueron confiscados por el Gobierno Nacional.
Granier sostuvo en aquella oportunidad, que el uso de los equipos por parte de la TVES -canal que reemplazó a RCTV- “es ilegal”, ya que no han recibido “indemnización” por parte del Estado. Además, denunció que los equipos están “descuidados y deteriorados”, porque no se les da el mantenimiento adecuado.
A dos años del cierre, el canal más antiguo del país -según cuenta su abogado consultor, Jorge París- se mantendrá dentro de la pelea jurídica, para exigir la devolución de sus equipos. Además, lucharán por regresar a señal abierta bajo el argumento de que su concesión se vencía en el año 2027 y no en el 2007 como sostiene el Gobierno Nacional.
París asegura que el canal siempre ha estado dispuesto a lanzar puentes de diálogos con los diversos entes del Estado, sin embargo, recuerda que no están dispuestos a negociar los derechos y principios fundamentales, no sólo de Radio Caracas Televisión, sino el de todos los venezolanos.
“Por ejemplo: la libertad de expresión. Un derecho que le corresponde a todos los venezolanos. RCTV siempre será una tribuna para eso”, dijo
“El cierre de Radio Caracas Televisión implicó una violación al derecho de estar informados”, agregó París Mogna.
Por otro lado, los voceros de la tolda oficialista critican que el canal -al igual que Globovisión- asume una posición política ante los acontecimientos que actualmente vive el país.
“Es probable que hayamos cometido errores, pero sí estamos convencidos de que no hemos violado la ley. Además, el argumento para cerrar a RCTV fue que se vencía la concesión y eso, no es cierto.”
Pese a la línea editorial que RCTV puede estar asumiendo ante los escenarios políticos, su abogado sostiene que en un país democrático no debe ser sentenciado el derecho a la crítica.
“Nosotros no hemos asumido posturas abiertas ni políticas. Nosotros simplemente hemos llevado la información de lo que ocurre. Nosotros mantenemos una línea editorial crítica e independiente hacia al gobierno y no sólo con éste, sino con todos los anteriores”, alegó Jorge París.
El abogado confiesa que han sido dos años difíciles para quienes conforman el equipo de RCTV, sin embargo, cuenta que la empresa ha hecho grandes esfuerzos para mantener los sueños y la estabilidad de sus trabajadores.
A pesar de los obstáculos, asegura que el apoyo de la audiencia se mantiene intacto, más allá de las limitaciones que supone ser un canal por suscripción.
“Hemos visto cómo la gente ha tratado de buscar la manera de seguir viéndonos a través de RTCV Internacional. Los venezolanos han hecho grandes esfuerzos para seguir allí.”
La historia no parece terminar con el cierre de RCTV
Parece que la historia está repitiéndose con el caso del canal de noticias Globovisión. El jefe de Estado venezolano -junto a otros voceros de la tolda oficialista- aseguran que este canal también incurre en delitos que ameritan una sanción que podría sentenciarlos con un cierre de 72 horas y en el peor de los casos, con la cancelación de su concesión.
El presidente Hugo Chávez anunció el traspaso de Conatel al Ministerio de Obras Públicas y Vivienda y ordenó al titular de ese despacho, Diosdado Cabello, que se encargue de las investigaciones en el caso de una posible sanción a Globovisión.
“Allí te va la responsabilidad Diosdado, de seguir con la batalla de la dignidad“, dijo el mandatario en una cadena nacional el 15 de mayo, reiterando su intención de no “tolerar el terrorismo mediático”.
Pero como sucedió con Radio Caracas Televisión, cancelar la concesión al canal de noticias tendría quizá un costo mucho mayor para el proyecto político del presidente venezolano. Un riesgo que aún no se sabe si estará dispuesto a asumir.
“Pónganse a creer en que yo no me atrevo. Se pueden llevar una sorpresita en cualquier momento“, advirtió el jefe de Estado en una de sus alocuciones y para quienes lo conocen bien, aseguran que el presidente Hugo Chávez, nunca dice nada por casualidad.
“O eso se acaba o yo me dejo de llamar Hugo Chávez”, sentenció el mandatario en su Aló, Presidente número 330 desde donde -al igual como hizo con RCTV- auguró y anticipó la sentencia que posiblemente traiga consigo el cierre de este canal de noticias.
Las palabras que se visualizan entre los pasillos de Radio Caracas Televisión les recuerdan a sus empleados que lo único “que no se negociará son los sueños de libertad”. Hoy, a dos años de estar apagada la señal abierta del canal más antiguo del país, sus empleados y directivos -llenos de ánimo y convicción- dicen que el cierre del canal es “temporal” y tienen prohibido no creer que más temprano que tarde, el canal dos -junto a RCTV- regresará al hogar de todos los venezolanos.
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