“¿Hasta cuándo van a hacer callar al pueblo?”, clama, fuera de sí, Laura Bautista, una venezolana de 73 años que intenta mantenerse en pie en medio de los gases lacrimógenos y frente a una barrera de policías antidisturbios fuertemente armados en el centro de Caracas.
La represión de las fuerzas del orden vació en pocos minutos la avenida México, donde centenares de opositores al gobierno del presidente Hugo Chávez se concentraron pacíficamente este 1 de mayo para exigir “idénticos derechos políticos” para todos los venezolanos y “más democracia”.
“Ustedes tienen la fuerza, no la usen contra nosotros porque no les estamos atacando. Usenla para defendernos”, pedía Rafael López, un profesor jubilado mostrando a la policía una camiseta en la que se leía: “Respeten la Constitución”.
Los gases lacrimógenos, balas de goma y el agua a presión usada para dispersar a la manifestación provocaron escenas de pánico y desmayos en la estación de metro más cercana y en comercios vecinos en los que las personas intentaron refugiarse.
“¿Dónde está Chávez? Que venga él a decirnos por qué esta manifestación es ilegal. Esto es una vergüenza, ya nadie va a poder salir pacíficamente a la calle a decir su opinión”, solloza Aida Barrios, sentada en el suelo junto a su esposo, completamente anestesiado por los gases.
Según los oficiales de policía presentes, los manifestantes no tenían autorización oficial para avanzar más y dirigirse hacia el Parlamento y cuando intentaron atravesar la barrera “hubo que dispersarlos”.
“¿Están orgullosos? En vez de estar buscando ladrones, usan las armas contra nosotros. Banda de cobardes, vendepatrias”, gritaba un grupo de estudiantes a los oficiales de la policía, protegidos con máscaras antigas y escudos.
Tapándose la nariz con papel empapado en vinagre para paliar el efecto del gas lacrimógeno y arrojándose agua en los ojos, los manifestantes intentaron avanzar en su marcha por callejuelas aledañas pero la policía logró bloquear todos los accesos.
“El pueblo somos todos. Ustedes tienen que respetar la ley”, intentaba convencer un oficial de la Policía Metropolitana a un grupo de mujeres empeñadas en atravesar la barrera.
Fotos de Manuel Rosales, líder opositor venezolano que está exiliado en Perú tras haber sido acusado de corrupción, y pancartas contra Chávez inundaron esta manifestación antes de que fuera dispersada.
“Venezuela sufre de gripe porcina hace 10 años. Vacúnala”, rezaba uno de los carteles, refiriéndose al tiempo que el presidente lleva en el poder.
En otro punto de la ciudad, miles de adeptos al gobierno celebraron una manifestación de “trabajadores socialistas” en la que no se registró ningún incidente.
Agence France-Presse
1 comentario:
Me pregunto : ¿que hacen tantos policias en una marcha y no estan en todo el estado cuidando al ciudadado de los peligros de la calle?
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