Ya navega hacia nuestras costas una avanzada de la flota rusa de guerra cuando se denuncia otro descomunal escándalo: un submarino que navegaba por aguas japonesas sufrió un desperfecto que le costó la vida a veinte marines y pudo haberse convertido en una auténtica urna flotante con cientos de cadáveres. Dentro de la desgracia, la tragedia fue relativamente menor. Pudo haber tenido dimensiones apocalípticas.
Se trataba de un submarino a propulsión nuclear que estaba siendo sometido a pruebas y exámenes antes de ser entregado en venta a la armada india, que está en proceso de comprarlo.
Hablamos de la armada rusa, ex soviética, la misma que ya dejó los mares europeos para instalarse en nuestro mar caribe para participar en maniobras con las fuerzas armadas venezolanas. Precisamente en momentos en que un nuevo presidente es elegido en los Estados Unidos y el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez manifiesta el mayor interés en reparar en algo las muy deterioradas relaciones con nuestro principal socio comercial y nuestro tradicional aliado en el escenario político mundial.
¿Podemos considerar una casualidad que Barak Obama, al ser interrogado sobre el futuro de sus relaciones con el gobernante de Venezuela haya vuelto la cara y guardando lo que bien podría ser considerado en Miraflores como un gesto de monárquico desinterés haya guardado el más hermético silencio?
Hugo Chávez comienza a cosechar a nivel internacional lo que pronto, muy pronto, cosechará a nivel nacional: el rechazo, el repudio y el desprecio. ¿Puede olvidar Barak Obama que cuando Hugo Chávez calificaba de borracho, burro y ladrón al presidente de los Estados Unidos estaba ofendiendo a todos los estadounidenses, quienes lo eligieran democráticamente? ¿Puede Barak Obama olvidar las injurias y las ofensas dirigidas a su antecesor y la procacidad con que se dirigiera a una oposición democrática calificada de pitiyanqui, es decir: de amiga del pueblo norteamericano? ¿Es un delito político sentir simpatías hacia nuestros principales vecinos y admirar las causas por la libertad en las que se ha involucrado poniendo cientos de miles de vidas en la lucha contra el fascismo y el comunismo totalitarios?
Hugo Chávez ha procedido a lo largo de todo su gobierno, apertrechado de un insólito respaldo, con la mayor irresponsabilidad política imaginable. Ha tratado a nuestro pueblo como a una camada de imbéciles y minusválidos, ha escarnecido, humillado y reprimido a la oposición democrática contando con la complicidad de millones de sus seguidores. Pues una parte importante de nuestro pueblo se ha prestado a la comparsa, mostrando una pobreza espiritual y moral que debiera asombrarnos.
Al parecer está llegando la hora de la rendición de cuentas. Chávez se ha labrado la soledad que comienza a rodearlo. No le acompañan sino sus aliados más cercanos, dependiente de sus dádivas y regalos. Pronto conocerá en toda su magnitud la terrible soledad de quienes lo tuvieron todo y ya no tienen nada.
Será el justo precio a su monstruosa irresponsabilidad.
LA FLOTA RUSA, BARACK OBAMA Y HUGO CHÁVEZ
Antonio Sánchez García
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