POR LUDMILA VINOGRADOFF CORRESPONSAL
CARACAS. Los humoristas venezolanos lo pintan con un gorro «rojo, rojillo» y una verruga en la frente, como si fuera un poderoso papá Noel caribeño que va a luchar contra el imperio con la espada de Bolívar. Pero en lugar de llevar un trineo en sus guantes, lo muestran saltando de avión en avión, de Argentina a Bolivia, llevando maletines repletos de dólares, que ahora en Navidad se hacen tan cariñosos y solicitados.
El presidente Hugo Chávez nunca imaginó que «los regalos» o «las donaciones» que él acostumbra a dar en Venezuela con los petrodólares para mantener su popularidad, pudieran generar escándalos de corrupción en otros países, cuyas leyes penalizan tales procedimientos al punto de provocar roces diplomáticos entre Buenos Aires y Washington.
Tampoco sospechó que la justicia de los Estados Unidos fuera a detener a sus «agentes» en Miami justo después de haber perdido su referéndum de la reforma constitucional y después de la toma de posesión de la flamante presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es el «caso del maletín»: los 800.000 dólares incautados en agosto pasado al venezolano-estadounidense Guido Antonini Wilson en la aduana aeropuertaria argentina.
«El imperio»
«Es una infamia», dijo Chávez, «es una operación basura», dijo Cristina después de que Antonini Wilson cantara como un canario al FBI. Ambos mandatarios coincidieron en lavarse las manos y achacarle la culpa al tenebroso «imperio», que los quiere «desunir»politizando el asunto.
Lo cierto es que el Gran Jurado de la Corte del Distrito Sur de Florida decidió imputar bajo el cargo de «conspiración» a tres venezolanos (Carlos Kauffmann, Franklin Durán , Moisés Maionica) y al uruguayo Rodolfo Wanseele Pacciello. El otro enjuiciado, Antonio José Canchicca (agente policial venezolano), se encuentra prófugo. Antonini Wilson está oculto en su condición de testigo protegido.
La prensa argentina ha marcado la pauta informativa en este culebrón. Una funcionaria argentina, la bella rubia Victoria Beresziuk, confesó a la fiscal Luz Rivas Diez que el 4 de agosto pasado viajó en el avión en el que venía de pasajero Antonini, y que también lo vio posteriormente en el brindis que dio la Casa Rosada (la sede del Gobierno) dos días después, coincidiendo con la firma de convenios entre Chávez y Néstor Kirchner.
La generosidad de Chávez en apuntalar las candidaturas de sus aliados latinoamericanos no tiene límites. La misma prensa argentina, esta vez el canal Todo Noticias, reveló un vídeo en el que había paralelismo entre el caso de Antonini y el de otro venezolano en Bolivia. Resulta que el 6 de diciembre, los habitantes de la ciudad boliviana Riberalta apedrearon un avión venezolano porque traía armas. Pero Luis Ferrer, gerente del venezolano Banco de Desarrollo, que era uno de los pasajeros en ese avión, logró salvarse del linchamiento, pero fue grabado en un vídeo en el aeropuerto con un maletín que presuntamente tenía 870.000 dólares para financiar «programas de desarrollo», dijo Ferrer.
El ministro de la presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, desmintió que el venezolano Ferrer llevara ese maletín, que supuestamente era para financiar a la Cooperativa Agroindustrial Zafabri.
Once millones de dólares
A pesar de que en Bolivia se silenció el escándalo del segundo maletín chavista, el presidente Evo Morales repartió once millones de dólares, donados por su homólogo venezolano. Los cheques navideños fueron distribuidos a 27 alcaldes del Departamento Santa Cruz, el bastión de la oposición boliviana.
Chávez maneja los recursos petroleros como si fueran suyos. No rinde cuentas a ningún organismo de control y fiscalización. Y si alguien se le opone o critica, entonces cae en desgracia. Chávez ha dicho a la oposión, además, que convertirá «a Bolivia en un Vietnam si tumban a Evo».
http://www.abc.es/20071222/internacional-iberoamerica/chavez-exporta-maletines_200712220255.html
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