jueves, 22 de noviembre de 2007

Son aves que no se asustan


Con su característico desprecio por la inteligencia, este gobierno pretende hacer creer al mundo que en este país hay estudiantes que por voluntad propia salen a manifestar su apoyo a las medidas gubernamentales. Que esas marchas que financia el gobierno son genuina expresión de estudiantes auténticos, y no “hijos de papá”, como define Chávez a los centenares de miles de jóvenes que en toda Venezuela protestan en su contra, con todo derecho, y muy democráticamente.

Esos hijos de papá se nutrieron con la leche de la libertad, hoy herida. Por eso manifiestan y elevan sus protestas al mundo.

Cuando los estudiantes salen a manifestar, lo hacen siempre para protestar en contra de los gobiernos y sus decisiones antidemocráticas, tal y como lo están haciendo aquí los jóvenes que no quieren que Chávez les hipoteque su futuro.

Sólo en la Alemania nazi, Cuba, y otros países socios de Chávez en su proyecto personalista, ocurre que a los estudiantes los sacan embozalados a las calles (aquí, además, con franelas rojas), con la tarea impuesta de exaltar a los dictadores y apoyar sus arbitrarias decisiones.

Ocurría en una Venezuela distante y ajena a los muchachos de hoy, cuando en la Semana de la Patria perezjimenista las autoridades obligaban a los colegios públicos y privados a llevar a los estudiantes al paseo de Los Próceres Militares a elevar loas al dictador. Aquellos muchachos marchaban al ritmo de bandas militares, como parte de un elenco militar y en escenarios militares. Todos uniformados, al mismo paso, obedientes a la voz militar. Así quería Pérez Jiménez que fueran los estudiantes de aquella Venezuela. Así sueña Chávez que sean los muchachos de hoy y de mañana.

Justo ayer se cumplieron 50 años de aquel 21 de noviembre, cuando los estudiantes salieron sin miedo a protestar contra la dictadura de Pérez Jiménez. Ese hecho fue uno más de los que movieron la historia para que, un par de meses más tarde, naciera la experiencia democrática que hemos vivido los venezolanos desde entonces. Esa experiencia democrática está hoy amenazada de muerte por la nueva Constitución que Chávez busca imponernos. El asunto se agrava porque todo el mundo sabe que para Chávez, él siempre estará por encima de la Constitución. Ha estado por encima de la del 99 y estará por encima de cualquier otra.

El resultado de las elecciones estudiantiles de la UCV le ha dado una sólida bofetada a esas ambiciones de poder y ha rescatado el profundo sentir democrático que habita en el alma nacional. Esos miles de votos se multiplicarán para decirle una vez más a Chávez que el país rechaza sus oscuros propósitos. Aunque el CNE le vuelva a hacer caso a Chávez y nos diga otra cosa.

Que vivan los estudiantes, / jardín de las alegrías, escribió Violeta Parra. Son aves que no se asustan / de animal ni policía, / y no le asustan las balas / ni el ladrar de la jauría.

Opinión
Álbaro Benavides La Grecca
El Universal / Noticiero Digital


http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=293961

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