martes, 5 de agosto de 2008

“Pensar en un Bolívar socialista es una monstruosidad”


  • “Es una perversión terrible ese culto oficial a El Libertador Simón Bolívar”
  • “Chávez es una verruga en la historia de la democracia venezolana”
  • “Esta comprobado que es manipulable la conciencia histórica de un pueblo”


El historiador Germán Carrera Damas analizó con Versión Final el escenario político actual.

­—­¿Qué riesgos corre el historiador cuando se identifica con una corriente ideológica?

—La profesión misma del historiador significa compromiso, desde el mismo momento en que se ve en la necesidad de identificar procesos, de calificar situaciones, no desde el punto ético, sino desde el punto de su legitimidad histórica. Lo que es importante es que el historiador cumpla con este requisito. En primer lugar su compromiso debe ser explícito, de manera que el lector sepa que no se le está tratando de engañar con una falsa objetividad, y en segundo lugar, el compromiso no debe prevalecer ante la valoración científica-crítica de los hechos. Es posible que incluso haya contradicción entre esa valoración y lo que podría ser las preferencias ideológicas del historiador. Su deber como científico social es darle el primer lugar a lo comprobado históricamente, no anteponer sus preferencias ideológicas a lo que estudia. Una de las cosas que le hacen mucho daño a la historiografía venezolana es la supeditación acientífica, la supeditación servil del servicio a un proyecto político.

—¿Es manipulable la conciencia crítica del historiador?

—Yo diría que es manipulable la conciencia histórica de un pueblo, esto está de sobra comprobado, y para eso utilizaron, en el caso nuestro, esa perversión terrible que es ese culto oficial a Simón Bolívar. El resultado de haber convertido un culto auténtico, genuino, respetable del pueblo, en un culto para el pueblo. En el caso del historiador, su deber es estar alerta sobre lo que podríamos llamar la condición crítica y científica que debe tener la conciencia histórica de un pueblo, y denunciar con argumentos, con pruebas, con tenacidad, todos los intentos de manipulación de la conciencia histórica, para ellos es imprescindible que el historiador mantenga su conciencia crítica. Una ubicación ideológica no debe ser sumisión a los dictados de un grupo, una persona o una ideología, debe ser ejercicio crítico de convicciones.

—¿Es posible imaginarse a un Simón Bolívar socialista?

—A la hora de imaginar, usted puede imaginar hasta un elefante que vuela ¿No lo hizo Walt Disney? Pero sin llegar a esos excesos. Pensar en un Bolívar socialista no es otra cosa que una monstruosidad, eso no tiene ninguna virtualidad. Simón Bolívar fue un pensador del siglo XIX. Él en su acción pisó el siglo XVIII, pero su pensamiento fundamental es de fines del XVIII, es decir, es un hombre que maneja lo que denominan los grandes universales, es decir, la justicia, el bien, el pueblo; conceptos que tienen una vigencia —digámoslo así— meramente abstracta, pero llegar a concebir una posibilidad de reforma social en el sentido que luego va concibiendo el socialismo, ya bien entrado en el siglo XIX, eso ni por asomo estuvo en el pensamiento de Bolívar. Lo que pasa es que algunos leen mal la historia.

—¿Cómo describiría la época de Venezuela con Chávez?, ¿y a la sociedad venezolana?

—La nuestra es una sociedad democrática en vías de perfeccionamiento de su condición democrática . No registra la historia otro caso de una sociedad en la que cuatro millones de personas fuimos capaces de poner nuestro nombre, firma, número de cédula y huella dactilar, declarando nuestra posición de enfrentados a un Gobierno que viola la libertad y que atropella la democracia. Lo hicimos una vez, dos veces, tres veces. Lo hemos manifestado en las calles y el 2 de diciembre dimos una demostración de que ese espíritu se ha fortalecido, y nos preparamos para que esa demostración sea más contundente en el próximo proceso electoral. Usted tiene que tener en cuenta además que cuando firmamos en la forma en la que le he dicho, comprometimos el destino de más de 12 millones de venezolanos, contando a nuestra familia, eso sobre una población de apenas el doble de ello, y una población activa —desde el punto de vista político— apenas superior a ese número, lo que dio lugar a uno de los mayores crímenes de lesa humanidad, que es la Lista Tascón, por la cual más de 12 millones de venezolanos entraron en una especie de apartheid, pagando las consecuencias de su lealtad a la democracia. No conozco un pueblo cuyo heroísmo haya llegado a un nivel semejante.

—¿Haría un balance de Venezuela antes y después de Chávez?

—Si tomara a Chávez como punto de referencia me consideraría un historiador frustrado. Chávez es una verruga en la historia de la democracia venezolana. Yo acostumbro a decir que esta es una gran indigestión de la democracia y que, como toda indigestión, tiene las siguientes cualidades: es muy molesta, pero pasajera. Nadie recuerda una mala indigestión. Yo estoy seguro de que esta sociedad que emprendió hace muchos años una larga marcha hacia la democracia, superará este accidente de la democracia, esta indigestión de que hablo y sencillamente quedará perdida en una especie de basurero de la historia.

ANÁLISIS
“Los venezolanos defendimos con más fervor a Fernando VII”

—Usted dijo que el único gobernante que los venezolanos hemos defendido ha sido Fernando VII. ¿Esta defensa se asemejaría a la de los afectos al Presidente el 12 y 13 de abril de 2002?

—Yo lo que vi fue a un grupo de traidores militares que dieron un contragolpe de Estado, no vi masas populares. ¿Usted vio a medio millón de personas en las calles, como las vio después, pero convocadas en defensa de la libertad y la democracia? Los historiadores tenemos que reflexionar a partir de pruebas, y dudo que existan. Efectivamente, los venezolanos defendimos a Fernando VII, pero no al Rey sino a la corona, que representa la voluntad divina, en cambio el rey puede ser un accidente. Lo que defendimos a partir de 1808, con más fervor en 1811, cuando se declara la independencia, fue la corona. Recuerde que en 1810 ya se había constituido la junta conservadora de los derechos de Fernando VII. Desde ese punto de vista los venezolanos patriotas que defendieron al rey, porque esa era su convicción, criados en una sociedad monárquica colonial, acataban la voluntad divina, por eso fueron tenaces en la defensa de Fernando VII. Fueron 14 años y más de guerra. Ningún otro gobernante en nuestra historia ha sido defendido por el pueblo con un fervor equivalente, porque quienes lucharon por la corona fueron gente de todos los sectores sociales.

Semanario Versión Final, Venezuela

http://www.versionfinal.com.ve/wp/2008/07/28/pensar-en-un-bolvar-socialista-es-una-monstruosidad/

3 comentarios:

Bandera Negra dijo...

es hora de cambiar de proceres porque esta
la de nosotros
es la segunda independencia venezolana
o continuación de la primera
simón es un enano comparado a lo que nosotros tendremos que enfrentar, incluyendo el uso del dinero del pueblo para matar venezolanos y venezolanas
les cayó la maldición bolibanana
buenísimo
lean este vinculo
http://banderanegra.blogspot.com/2007/08/yo-no-soy-bolivariano.html
salud,
Bandera Negra
*******

Anónimo dijo...

¿Qué te parece cristo socialista? Lee hechos de los apóstoles 4. De ahí ha salido el lema marxista de a cada uno según sus necesidades.

Y el que habla de mandril si evidencia ser un primate de primera. ¿Capitalismo salvaje? Quien lo defiende debe ser de la misma especie con la que cree insultar. Una de dos: o es un explotador o sufre el Síndrome de Estocolmo de los explotados. No te mires al microscopio: puedes encontrar que por dentro eres un mosntruo socialista y te puede dar un infarto.

Yetro dijo...

blasanoséquevaina:

A esta hora, y a ninguna hora, intercambio "ideas" con sub-hombres o sub-humanos "socialistas".

Prefiero charlar o dialogar, compartir, con gente "normal", gente libre, no con borregos que siguen a un jetón con muchos dólares y no captan la manipulación y el engaño de que son víctimas.