jueves, 29 de enero de 2009

¿Masacre indefinida? ¿Votarán SI para que esto continúe?


En el barrio Brisas de Onia, lugar de la masacre de El Vigía, han realizado misas por el eterno descanso de las víctimas


El decomiso de un lote de esposas desechables y cintas de embalar que estaban en manos de tres policías regionales de Mérida y de un efectivo de la Disip, presuntos implicados en la masacre de El Vigía, conducen a los detectives del Cicpc a sospechar que quienes mataron a ocho jóvenes de esa localidad están comprometido en una cadena de crímenes no resueltos.

Ayer, el Ministerio Público presentó ante un Tribunal de Control del estado Mérida a tres funcionarios de la Policía de esa jurisdicción, a un inspector jefe de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) y a un civil, quienes fueron capturados por una comisión especial del Cicpc dirigida por el subdirector de ese organismo, comisario Luis Fernández, y el comisario Fabio Faoro, coordinador nacional de Investigaciones Penales.

La matanza ocurrió el pasado sábado 24 de enero, en el barrio Brisas de Onia, de la localidad de El Vigía, cuando las víctimas se encontraban en la calle principal del citado sector mientras comían hamburguesas. Tres sujetos descendieron de una camioneta y sin mediar palabra dispararon contra los presentes. Todas las víctimas presentaron numerosos impactos de bala.

Los fiscales 20° nacional y 7° del estado Mérida, Daniel Guédez y Gustavo Araque, respectivamente, son los encargados de imputar a los subinspectores de la Policía de Mérida Frank Rubén Izarra y Renniel Flores, al cabo Esteven Anderson Peña, al inspector jefe de la Disip Milko Efrén Molina y al civil Jack Zárate Ruiz.

Fuentes policiales revelaron que los asesinos buscaban a los integrantes de una banda que opera en el sector para ajustarle las cuentas por el robo de una motocicleta de que fue objeto un familiar del inspector de la Disip. Sin embargo, confundieron a los ladrones, erraron el blanco y ajusticiaron a ocho jóvenes inocentes.

Los policías fueron detenidos en un punto de control vial que colocaron los detectives del Cicpc. A los imputados también se les incautó una subametralladora HK, calibre 9 milímetros, tres pistolas calibre 9 milímetros y dos revólveres calibre 38.

Todas las armas están siendo sometidas a peritajes de comparación balística para cotejarlas con las conchas halladas en el lugar de la masacre. De igual forma los peritos realizan una búsqueda en el banco de conchas percutidas. Esperan precisar si el grupo de policías merideño está comprometido en otros crímenes. Trascendió que investigan a funcionarios de otros organismos de seguridad que estarían involucrados con la desmantelada red.

"Ellos actuaban como si se tratara de un comando unificado para realizar detenciones extrajudiciales, cometer crímenes e incluso desapariciones forzadas", dijo una fuente policial.

http://www.eluniversal.com/2009/01/29/sucgc_art_por-una-moto-robada_1246399.shtml

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