Desnudada y presa por romper boleta electoral

A la periodista María Iguarán le ocurrió lo mismo que a Tarek Willians Saab, gobernador de Anzoátegui. Luego de recibir de la máquina de votación el comprobante, observó un resultado que no reflejaba su voto. Y al igual que Saab, Iguarán le pidió a la presidenta de la mesa que le permitiera volver a votar. La diferencia es que en su caso, la presidenta, siguiendo la normativa electoral, le dijo que no. Posteriormente, Iguarán rompió la boleta electoral, lo que le acarreó una noche en la cárcel y todo tipo de vejaciones. Así lo contó al diario La Verdad en el siguiente reportaje de Ferran Balsells:

Cita: Maria Iguarán, periodista de 24 años, tiene el pelo oscuro como la celda en la que pasó la noche del domingo. Allí terminó recluida tras votar en la Escuela Básica Nacional La Botella, en el municipio Mara. Pulsó el “No”, la máquina escupió un “Sí”, y la presidenta de la mesa le impidió repetir el voto.

Impotente, Iguarán rompió el boleto para que no computara. El resto es una historia de militares, tribunales y humillaciones. A María la desnudaron, incomunicaron y degradaron hasta que quedó libre el lunes por la noche. Todo ese sacrificio fue en balde. Su voto computó porque la propia presidenta reconstruyó el boleto con cinta plástica y lo depositó en la urna. “Te vas a la cárcel pero has votado “Sí” y eres revolucionaria”, espetó la presidenta de la mesa a María mientras se la llevaban los soldados. Maria sólo espera que su nombre quede limpio. “Sólo he hecho lo mismo que el gobernador de Anzoátegui. Todavía hay gente que sigue presa por eso”.

-¿Sabías que romper el boleto es un delito electoral?

- Le pedí a la presidenta de la mesa que anulara mi voto. Dijo que no podía hacer nada y me negué a entregarle la papeleta, porque es mi derecho. En ese momento se me nubló todo y la rompí. El militar dijo delante de todos que yo debía estar presa dos años.

-¿Qué pasó entonces?

- Yo tenía una pena enorme. Los militares me llevaron hasta la brigada. Me dijeron que eso me pasaba por decirle que "No" a Chávez, que así aprendería. Pensé que sería la única detenida pero la sala estaba llena, había al menos 15 personas. Era increíble, estábamos haciendo cola para que nos detuvieran. Mi caso fue el 512 por delito electoral.

- ¿Cómo te trataron?

- Me siento maltratada y humillada. No nos dieron comida ni agua, pasé mucha hambre. Tampoco nos dejaron hablar con nadie y la gente se puso muy nerviosa, muchos lloraban. Al día siguiente nos llevaron a los tribunales y nos desnudaron. Nos quitaron la ropa y nos obligaron a hacer sentadillas. Desnudaron a gente mayor frente a otras personas y se pusieron a llorar por la pena.

-¿Y tus padres cómo te encontraron?

- Estaban desesperados porque no podían hablar conmigo ni sabían nada de mí. Los vecinos les avisaron donde estaba y fueron a buscarme por todas las cárceles. Fue horrible, nos pusieron junto a los encarcelados por asesinato.

- ¿Había algún votante del “Sí” entre los detenidos?
- No. A todos nos había ocurrido lo mismo, habíamos votado “No” y salió el “Sí”. En el mismo colegio en el que voté yo hubo una votante del “Sí” a la que le salió “No”. Le dejaron repetir el voto. A nosotros nos quisieron meter miedo. Los guardias se burlaban, decían: “Sigue votando contra Chávez y te pasará esto. En las próximas elecciones te veremos aquí otra vez”.

La Verdad