Guido Antonini Wilson acudió nuevamente a la sala de audiencias del juicio que se realiza en Miami.
Es su tercer día en el banquillo de los testigos, luego que ayer implicara aún más a Claudio Uberti, al afirmar que mientras a él lo detuvieron con el maletín de US$ 800 mil, Claudio Uberti logró pasar la aduana con “la valija de los US$ 4.200.000″
Pese a que Uberti lo ha negado sistemáticamente, Antonini dijo que lo conoció en su propia oficina, dos meses antes del episodio en el Aeroparque, durante un viaje que hizo a Buenos Aires para hablar del Gasoducto del Sur.
Fue un día de revelaciones sorprendentes. El abogado defensor, Ed Shohat, dijo que tiene evidencias contundentes de que Antonini tuvo relaciones sexuales con la secretaria de Uberti, Victoria Bereziuk.
Habló de mensajes telefónicos que se enviaron antes de ese viaje y de una larga entrevista que le hizo a Daniel Uzcátegui, el hijo del vicepresidente de Pdvsa Sur, quien le habló de la relación entre Victoria y Antonini con lujo de detalles.
Sometido a un duro interrogatorio por parte del defensor Shohat, de hecho el testimonio de Antonini comenzó ayer a complicarse.
Shohat logró demostrar que en su versión de los hechos hay contradicciones, mentiras y falta de datos fundamentales.
En efecto, según lo que le había dicho un día antes al jurado, Antonini decidió subirse al avión durante un almuerzo que tuvo lugar en el hotel Meliá que se hizo el mismo día del vuelo y al que asistieron Diego Uzcátegui, su hijo Daniel, Claudio Uberti, Marjorie Gutiérrez, Victoria Bereziuk y una mujer de apellido Urbanello.
Según Antonini, en ese almuerzo Uzcátegui, Bereziuk y Marjorie le contaron que había un negocio con un gasoducto que podía interesarle y que si se subía al avión con ellos podría hablar con Claudio Uberti sobre el tema.
–¿Era la primera vez que usted escuchaba hablar de este proyecto? –le preguntó Shohat.
–Sí –contestó Antonini.
–¿No había planeado ningún viaje a la Argentina hasta ese 3 de agosto?
–No –respondió Antonini.
–Pero ¿no es verdad que usted intercambió mensajes telefónicos con Daniel Uzcátegui sobre el gasoducto en julio de 2007?
– Sí.
–¿No es verdad que usted viajó a la Argentina y se reunió con Claudio Uberti el 25 de julio para hablar sobre ese tema?
-Sí, me pidieron que lo llamara.
A esta altura la mentira era tan flagrante que Antonini empezó a dar más detalles de lo ocurrido.
Según él, fue Daniel Uzcátegui quien le ofreció meterse en el negocio del gasoducto vendiendo los tubos que se necesitarían para construirlo, aunque no había nunca antes trabajado en ese rubro.
–¿Y cuántos anos tiene Daniel Uzcátegui?
–19 años. Es como mi hijo.
Frente a las insistentes preguntas de Shohat, Antonini cambió también su versión inicial de lo que sucedió con las valijas. Si bien un día antes había dicho que él vio cuando el jefe de seguridad de Pdvsa, Rafael Reiter, subió las valijas al avión, ayer dijo que no lo vio. Su nueva versión se contradice también con un papelito que había dentro de una libreta que Durán le dio a Antonini el día que llegó de Buenos Aires para que escribiera lo que había sucedido. En ese papelito está escrito que la plata provenía de Pdvsa, era para la campaña (sin especificar de quien) y que la habían subido al avión en dos valijas del mismo tipo, una mas grande que la otra, Claudio Uberti y Reiter.
De hecho, tal como lo adelantó esta corresponsal en numerosas ocasiones Shohat esta tratando de destruir la credibilidad de Antonini con el objetivo de impugnar su testimonio através no solo de sus mentiras sino que también demostrando que su colaboración con el FBI puede haber sido el resultado del odio que sentía por Duran.
En efecto, al inicio de su interrogatorio Shohat le pregunto por el negocio de la viviendas prefabricadas que tiene en Uruguay . Explico que mientras Antonini no había invertido ni un solo dólar, Duran había invertido 23 millones de dólares de garantía. Como es lógico a la hora de repartir los beneficios Duran quería una porcentaje mayor. Antonini, según Shohat enloqueció y en represalia lo saco a Duran de las sociedades con las que había comprado varios inmuebles en Miami. “Lo que yo quiero demostrar es que Antonini no era neutral con respecto a mi cliente cuando todo esto comenzó”, dijo Shohat ante las objeciones que puso el fiscal. Al final la jueza le dijo que podía introducir los documentos relacionados a este negocio como evidencia, pero que no permitirá que le dedicara mucho tiempo al tema.
Hoy, sin duda Shohat seguirá instrumentando su demoledora estrategia. El gran interrogante es si intentará o no establecer para quién era el dinero. Por lo pronto hay nuevas evidencias sobre el acuerdo que había entre el gobierno de Venezuela y el gobierno argentino para tratar de comprar el silencio de Antonini.
Con información de El Clarín
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