La ¿vida? en "socialismo" es más sabrosa.
Yetro
Asesinado sobrino de Aristóbulo Istúriz
José Héctor Hernández 31 años de edad, quien era sobrino del candidato a la Alcaldía Metropolitana de Caracas y vicepresidente del Psuv por Caracas, Aristóbulo Istúriz, fue asesinado de múltiples disparos la noche del jueves.
El joven era el segundo al mando de la Fuerza Bolivariana de Motorizados.
Trascendió que varios sujetos le dieron muerte en los alrededores de Los Rosales, El Cementerio.
El representante de la fuerza Bolivariana de motorizados, fue a visitar a su madre y le reclamó a los delincuentes de la zona, para evitar que estos molestarán a los habitantes.
Fue velado en la funeraria Los Chaguaramos y sepultado en Jardines Los Cedros.
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Asesino lanzó dos granadas en 23 de Enero pero una no explotó
Dos de los heridos están en una condición delicada a causa de las heridas
Oliver Oviedo sintió cuando algo cayó desde el piso 8 del bloque 34 del 23 de Enero, pero antes de que se diera cuenta de qué era, sobrevino la explosión. Pasaban las 2:30 de la tarde del sábado y Leopoldo Pereira tenía apenas unos segundos de haberse movido del lugar de la zona de la banca en el bloque 35 cuando explotó la granada.
Corrió por medio de la gente viendo cómo primos, tíos y amigos estaban desperdigados por el suelo heridos por las esquirlas mientras otros corrían en medio de la confusión.
Como pudo subió a su tío Rómulo Sánchez García, de 57 años, a la camioneta, le tocaba la cara insistiendo: "tío despiértate". No lo hizo, cuando llegaron al hospital Periférico de Catia ya estaba muerto.
Los vecinos que se quedaron en la zona encontraron la segunda granada que había lanzado Jeferson José Arnal, de 25 años, la cual no explotó. Una joven de la zona relató que Arnal dijo: "Le voy a tirar una granada a la banca". No saben a qué se debía su determinación.
Algunos vecinos enfurecidos por lo ocurrido fueron a buscar a Arnal, corrieron tras él. Lo seguían al bloque 35, entre las letras G y H y acorralado se lanzó. Al caer aún tenía entre los dedos la argolla del seguro de la granada. Arnal murió poco después de ingresar al Periférico.
Los sobrinos de Sánchez recuerdan que a las seis de la mañana del sábado Arnal estaba reunido con nueve compañeros de banda frente al bloque 34. Allí se dedicaban a darse golpes y amenazarse de muerte.
Paúl Sánchez, hijo de Rómulo, cuenta que su familia se mudó del 23 de Enero hace 25 años y se fueron a vivir a La Guaira. Su papá iba muy poco al lugar, pero la tarde del sábado habló con un hermano que vive allí y él le dijo "estamos en el 34, vente para acá". Sánchez dejó su carro en el bloque 36, menos de 15 minutos después había muerto.
A diferencia de Sánchez, Juana Utrera, de 74 años llegó con vida al hospital. Estuvo unos minutos sentada y hasta pudo hablar con su nieta, pero murió.
De los 19 heridos, 17 ya estaban de alta el domingo, pero Mario González y Nelson Utrera siguen delicados.
Hasta la mañana del domingo Utrera había sufrido dos paros respiratorios. En el Hospital de Clínicas Caracas los médicos esperaban que se estabilizara para poderlo operar. González permanecía en el Hospital Militar, pero su condición es estable.
Paúl Sánchez comentó lo terrible que fue buscarlo en la morgue de Bello Monte. Aun así, fuentes de la medicatura forense explicaron que por orden del ministro de Interior Tarek Al Aissami, los cuerpos fueron entregados el mismo sábado.
Sánchez habló con su papá una hora antes de la explosión, pero él no le dijo que iba al 23: "Las cinco veces que me comentó que iba a pasar por allá yo le decía que no fuera. Allí los muchachos están muy dañados, pero los que viven allí nunca se imaginaron una desgracia tan grande. Se diría que mi papá fue a buscar la muerte para allá".
Sánchez tenía cinco hijos y trabajaba en La Guaira como distribuidor para una empresa cervecera. Todos conocían al asesino que llegó de 17 años al 23, pero luego se dedicó a vender droga y a arreglar armas para los delincuentes. Aún así Sánchez se pregunta "cómo es posible que tenga dos granadas, y una más que se dice le encontraron en la casa".
La nieta de Utrera, Yamilber Molina, relató que su abuela era enfermera y tenía apenas un año jubilada. Toda su vida jugó caballos y cada fin de semana bajaba al 35 a sellar sus cuadros. La familia insistió mucho en que vendiera su apartamento y se mudara con una hija, pero ella prefería vivir sola, apenas con la compañía de su perrita.
Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSAL
Cinco muertos deja masacre de "los Plateados" en El Cementerio
Todos los cadáveres presentaron múltiples heridas y un disparo de gracia en la cabeza
Al menos cinco personas fallecieron durante la madrugada del domingo en el barrio La Quinta de El Cementerio tras una sorpresiva emboscada que ejecutaron los integrantes de la tenebrosa banda conocida como "los Plateados", la cual mantiene azotado a todos los mora- dores.
Los cadáveres quedaron diseminados entre los estrechos callejones y escaleras del sector Santa Eduvigis y Barrio Nuevo. Todos presentaron múltiples heridas y un disparo de gracia en la cabeza. Los parientes de cada uno se congregaron alrededor de los cuerpos para llorar y aguardar a que las autoridades procedieran a levantarlos.
Los moradores dijeron que las detonaciones se escucharon a las 5:30 de la madrugada, aunque todos los días se producen intercambios de disparos. Los encarnizados combates, cuyo propósito es mantener la hegemonía en la venta y distribución de drogas, se han arreciado en las últimas horas. El pasado miércoles fue sorprendido y ajusticiado un antisocial apodado "el Congo".
Sus acompañantes pretendían cobrar venganza y cuando planificaban la acción le tendieron la celada. Algunos desatendidos vecinos miraban con desdén a los funcionarios que llegaban a la barriada. Otras mujeres ingerían licor mientras conversaban sobre diferentes tópicos. Su actitud delataba que para ellos es habitual el transcurrir de sus días con cadáveres frente a las puertas de sus casas.
Los detectives de la subdelegación El Paraíso del Cicpc y funcionarios de la Policía Metropolitana acudieron al barrio para certificar los decesos. Los moradores identificaron a las víctimas como Jakson Smith Velásquez Rangel (18), Yorman Kelvin Rodríguez Parra (20), Richard Alexis Castillo González (19), Jefran Alexander Sánchez Camacho (18) y Freddy Sánchez Camacho, de 19 años. Estos dos últimos eran hermanos. Ambos estaban desempleados, según informaron sus familiares.
La señora Brígida González, madre de Richard Alexis Castillo, dijo que habló por última vez con su hijo a las once de la noche. "Me dijo que estaba con unos amigos", recordó.
"El era el papá de mi hijo. Yo se lo dije, desde hacía un mes lo andaban buscando para matarlo. Nosotros ya no vivíamos juntos", dijo una joven mujer que se acercó a las escaleras y tras confirmar la muerte se marchó a su casa. "No entiendo por qué la policía viene si ellos nunca hacen nada. Estas muertes no las van a investigar porque ellos son amigos y cómplices de los delincuentes", señaló Juan Pablo López, padrastro de uno de los jóvenes asesinados.
En los callejones quedaron evidencias de manchas hemáticas por salpicadura. Por ello se presume que otras personas podrían encontrarse heridas tras haber sobrevivido a la masacre. Trascendió que dos jóvenes lesionados fueron localizados en un barrio contiguo. Las autoridades los interrogaron porque presumen que podrían ser los únicos testigos de la mortandad.
Los homicidas acostumbran a pavonearse en el barrio con letales armas de última generación. Tal vez por ello es que los funcionarios provistos con vetustos revólveres y destartaladas patrullas, optan por ignorar los acontecimientos.
Los funcionarios, una vez que retiraron los cadáveres, se marcharon y los desventurados lugareños se encerraron en sus casas. A los lejos se escuchaban detonaciones para anunciar que los enfrentamientos del domingo estaban por comenzar.
En lo que va de año se han reportado 63 homicidios en la parte alta de El Cementerio. Los crímenes se les atribuyen a la banda "los Plateados" quienes reinan allí desde hace una década.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
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