Desde que se desató la controversia por el famoso caso del maletín y hasta ahora, cuando se realiza un juicio e Miami, mucho se ha comentado sobre sus protagonistas, sobre todo, de Guido Antonini Wilson.
Finalmente ayer, con un aspecto totalmente diferente, se presentó este venezolano de 47 años, a declarar y enfrentar a su amigo y socio, Franklin Durán.
La esperada llegada del hombre de la “valija” fue reseñada por todos los medios presentes. Según el diario El Clarín de Argetina, Antonini:
“Llegó luciendo un elegante traje negro, una camisa blanca y una corbata bordó. Lo que más llamó la atención, sin embargo, fue lo mucho que ha adelgazado. ‘Ahora ya no vamos a poder llamarlo más el Gordo’, fue la broma. ‘Efectivamente, se ha hecho un bypass estomacal’, informó el abogado defensor Ed Shohat, interesado, sin duda, en que se supiera que no siempre la primera impresión es la verdadera y que, en este caso, la perdida de kilos no costó mucho esfuerzo’”
Incluso, a Durán se le escucho decir “Está flaco“, cuando Guido Alejandro Antonini Wilson ingresó en la Corte. informó La Nación de Argentina.
Durán y Antonini volvieron a verse bajo circunstancias muy tensas después de nueve meses y doce días, desde aquella vez cuando los grabó, según el pacto que mantenían “El Gordo” y el FBI.
“Soy Alejandro Antonini.” ¿Profesión?, “Soy empresario”
A pesar de ser considerado un excéntrico empresario venezolano, con ciudadanía estadounidense, muy poco se conoce las raíces de Antonini.
Calificado como el “profugo” más odiado por La Casa Rosada; Antonini nació en La Victoria, estado Aragua, su padre, un venezolano de origen italiano de igual nombre y su madre, educadora estadounidense.
Radicado en Miami desde principios de los 90, este venezolano tiene en Key Biscayne la base de sus negocios. Según el registro de propiedad del condado de Miami-Dade, es dueño desde 2002 de un condominio valuado en 1.065.000 dólares que está en el número 727 del boulevard Crandon, dirección que figura como la sede de cuatro empresas. En los archivos de la División Corporaciones del Departamento de Estado de Florida, Antonini aparece como directivo de las firmas Techmilk Inc., Venuz Supply Inc., Global Ads Corp. y Foxdelta Investment, dedicada al comercio petrolero. También estuvo ligado a una empresa de venta de armamentos, que tenía domicilio en una propiedad que estaba a su nombre.
Sus negocios siempre siguieron ligados a Venezuela.
Recorrió varias veces las rutas de Europa corriendo rallies amateur con coches de lujo. Lo acompañaban sus socios y amigos Franklin Durán y Carlos Kauffmann. Los dos están ahora presos.
Nerviosismo en su testimonio
“¿Reconoce a Franklin Durán en la sala?”, le preguntó el fiscal. “Sí, señor, es el que está de traje negro allí”, dijo Antonini mirándolo fijamente.
Ya bajo juramento de decir la verdad, Antonini primero respondió algunas preguntas sobre quién es él y cómo se ganaba la vida. Minutos después empezó a fluir la información dura, con sus recuerdos sobre cómo terminó él en el vuelo de los US$ 800.000 decomisados y otros posibles US$ 4,2 millones que quizá sí llegaron a destino.
Durante 120 minutos, el hombre de la valija, respondió con precisión la mayoría de las preguntas. Otras veces aclaró que no recordaba algunos detalles y apor momentos balbuceó sus respuestas, sin modular con claridad. Hasta tal punto que fiscal, defensa y taquígrafa debieron pedirle varias veces que se acercase al micrófono y hablase más fuerte. O, incluso, que repitiera lo que había dicho.
Con información del Clarín y La Nación de Argentina
http://www.noticias24.com/actualidad/?p=17921
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