América Latina debe recurrir a políticas de austeridad para capear la tempestad financiera que azota a Estados Unidos, según el economista internacional Arturo Porzecanski, que anticipa un período “de vacas más flacas” para toda la región.
“Realmente, los últimos días indican un cataclismo financiero que va a tener consecuencias inevitables en América latina, yo ya no creo más en que estemos desconectados”, dijo Porzecanski en entrevista con AFP.
Según el economista, “estamos en presencia de un pánico y de un efecto contagio. Vamos a tener un efecto ‘tsunami’ por toda la región, y lo mejor es tomárselo en serio y ponerse más precavidos, más conservadores”.
“Tenemos un huracán de séptima categoría en Nueva York. Pese a lo que ha hecho el gobierno norteamericano, que la gente esté vendiendo acciones de Goldman Sachs, tan rentables, quiere decir que existe un efecto contagio indiscriminado y una fuga hacia lo seguro”.
“Eso va a tener un efecto dominó en nuestra región. Ya lo estábamos viendo en las últimas semanas y va a venir más de eso“, dijo el economista.
Profesor de finanzas internacionales en la American University de Washington, Porzecanski fue durante tres décadas economista de las principales instituciones financieras de Wall Street, incluyendo J.P. Morgan y ABN AMRO.“La bonanza en América latina se acabó desde hace varios meses y probablemente entramos en un período de vacas más flacas. Aquellos buenos años del 2005, 2006 ó 2007, en que las economías de América Latina crecieron al 5% o más, se acabó, al igual que la época de las monedas revalorizadas contra el dólar, con tases de interés bajísimas y crédito para todo”.
“Igual con el mercado inmobiliario, que está recalentado. En muchos países los apartamentos, las casas y los terrenos subieron mucho y puede suceder que reviente la burbuja de bienes raíces”.
“De aquí a unos meses, podríamos estar hablando no sólo de la crisis del Tequila, de la crisis asiática o de la de la burbuja internet, sino también de la crisis financiera del 2008 cuando tambalearon las principales instituciones financieras del mundo y eso llevó a una crisis de confianza y a una paralización del crédito”.
“No sé qué nombre le vamos a poner a esto… ¡Hay que pensar qué nombre le ponemos!”, ironizó Porzecanski.
“El pánico está llevando a que Morgan Stanley tenga que venderse, al igual que Washington Mutual, la caja de ahorros más grande de este país, y que Goldman Sachs esté pensando en lo que tiene que hacer. Va a haber seguramente cientos de bancos y corredores de bolsa más chicos que van a caer también”.
El economista explicó que para América Latina los principales impactos de la crisis son su efecto sobre el mercado de materias primas, principal motor del crecimiento regional en los últimos años, y el enrarecimiento del crédito.
“Los precios de las materias primas ya han bajado, pero no mucho, el precio del cobre o la soja, por ejemplo, sigue relativamente alto. Existe el riesgo de que caigan más, porque esto va a tener consecuencias económicas sobre muchos de los países demandantes de materias primas”.
“Estados Unidos, Europa o Japón probablemente se van a desacelerar y eso va a disminuir la demanda de metales y otras materias primas“, dijo.Por otra parte –explicó Porzecanski– “todo el negocio de la especulación financiera está sufriendo muchísimo. En los últimos días ha habido una tremenda fuga hacia los valores seguros”.
“Estamos llegando a las tasas de interés más bajas desde la segunda guerra mundial. Al que hoy quiere comprar un bono del gobierno norteamericano por tres meses le pagan 0,04%, y antes había tasas del 2, 3 ó 4%. Se está acabando el dinero para especular. Había muchos inversionistas institucionales que habían especulado con materias primas, así como habían especulado con deudas respaldadas por hipotecas y muchas otras cosas”.
“Se ha destruido mucha riqueza y por eso tambalean los intermediarios financieros. Ya sea la compra de materias primas, de acciones, de bonos o de monedas, todo eso va a sufrir una reducción de actividad y de demanda: todo el mundo está como la tortuga, metiendo la cabeza adentro de la caparazón”.
“Otro impacto es que los bonos, las acciones y las monedas han caído. El real brasileño hace poco estaba a 1,5 y ahora está mar cerca de 2, y así con muchas otras monedas”.
“Entramos en una época de restricción y de encarecimiento del crédito, de nuevos recursos para empresas y gobiernos. Va a haber más incertidumbre, hoy con la globalización estamos todos en el mismo bote”.
Para América Latina, insistió, “es hora de comenzar a apretarse el cinturón, los consumidores, los inversionistas y los gobiernos que gastaron tanto en los últimos años. Hay que reducir el consumo, reducir las expectativas, abrir los paraguas y en una de esas, si esto continúa así, tenemos que entrar nosotros también en la caparazón y esperar que nos pase por encima”.
AFP
http://www.noticias24.com/actualidad/?p=17723
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