Cuba y Nicaragua resolvieron sus apagones a costa de las tinieblas en Venezuela
El régimen destructor y farsante anda gasta que gasta en cuanto cachivache le ofrece al líder manirroto la hermandad de buscones cubanos, bolivianos, ecuatorianos, argentinos y brasileños. También los nicaragüenses, dominicanos, paraguayos y hondureños. Y no faltan en la lista de marchantes, por supuesto, los mercaderes de baratijas chinas, guindajos iraníes y armatostes bélicos rusos y bielorrusos. En un futuro próximo podrían apilarse en la cola los mercachifes de bagatelas surafricanas ofertando colmillos, plumas y pieles de animales autóctonos para ritos exotéricos.Entre expropiaciones y nacionalizaciones innecesarias (estiman su costo en 16 mil millones de dólares); entre la compradera de peretos a esa cínica sociedad de cómplices-gorrones; entre el excursionismo internacional al que está entregada en cuerpo y alma la dirigencia y funcionariado boliburgués (especialmente el que está de ida) y entre la regaladera de dinero, petróleo y equipos por donde va pasando el potentado-redentor revolucionario, se han dilapidado otros 37 mil millones de dólares que debieron destinarse a subsanar las penurias y necesidades de una sociedad hoy mucho más depauperada y vulnerable, arrastrada irresponsablemente a la oscurana africanización.
¿Cómo entender tanta miseria y deterioro con el dineral que ha recibido este desgobierno piticubano? Expertos calculan en $700 mil millones el ingreso por renta petrolera, sin contar el aporte fiscal y otras menudencias. Excepto Venezuela e Irán, aliados correligionarios, afines en sus desafueros autocráticos y militantes del denominado eje del mal, todos los demás países petroleros han saldado su deuda externa y aumentaron sus reservas internacionales. En cambio el manirrotismo bolivariano endeudó más al país.
¿Cómo es posible que en la época de los precios petroleros más altos de la historia no se mejoraran servicios públicos indispensable e invertido en expandir-diversificar el aparato productivo? ¿Cómo puede fallar la luz?
¿Cómo es posible que con tantos recursos disponibles no se dedicara lo necesario para aumentar el empleo estable y productivo, regenerar la operación de Pdvsa, modernizar la generación-suministro de electricidad, ampliar las telecomunicaciones y mejorar-dotar la salud, educación, vialidad, seguridad, vivienda, agua potable, recolección de basura, etc.?
Por el contrario, la autocracia militarista fasciocomunista se centró en auspiciar la violencia, la corrupción y socavar las instituciones para controlar el poder; en arruinar industrias y empresas privadas y dominar la distribución de bienes y servicios para crear dependencia del Estado. Asimismo se empeñó en sustituir con incondicionales-afectos a la gerencia especializada y perseguir cual inquisición talibánica a empresarios y comerciantes que todavía siguen produciendo.
Miguel Sanmartín
El Universal
http://www.eluniversal.com/2008/09/06/opi_art_la-revolucion-en-tin_1027405.shtml
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